Para impedir nuevos posibles contagios con coronavirus, los cementerios mantendrán el aforo del público, pues solo ingresarán un grupo muy reducido de personas a fin de presenciar únicamente el entierro de su familiar, como disponen las normas actuales para camposantos públicos y privados.
Representantes de los cementerios Campo Fe y El Ángel informaron que las restricciones de acceso a los establecimientos continúan con el fin de evitar que se conviertan en nuevos focos de contagio.
En el caso de Campo Fe, mencionaron que solo se permite el ingreso de cinco familiares del fallecido quienes podrán participar de un breve responso, guardando todas las medidas de bioseguridad y sobre todo la distancia física entre uno y otro.
El subgerente de Negocios y Cooperación de la Beneficencia de Lima (BL), Daniel Cáceda Guillén, quien tiene bajo su tutela el cementerio El Ángel y Presbítero Maestro, explicó que tienen la misma norma, a la que se agrega permitir el acceso de dos personas a la ceremonia de cremación.
No se admite mayor aforo, agregó, debido a que los cementerios son puntos de contacto bastante alto, y la mayoría de quienes se entierran fallecieron del covid-19.
“Ese aspecto pone en riesgo a cualquier persona que ingrese al cementerio. Cumplimos con todos los sistemas de seguridad y nuestro personal del cementerio usa Equipos de Protección Personal (EPP) porque se deduce que la persona que llega (al camposanto) ha muerto por coronavirus y que los familiares también lo tienen, sean o no sintomáticos”, señaló, según informa Andina.
Ceremonia de despedida
A quienes ingresan al camposanto se les toma la temperatura y se les coloca alcohol en las manos. Pueden permanecer dentro del recinto lo que dure la ceremonia de despedida a cargo del sacerdote del propio cementerio.
“Como ahora tenemos nichos nuevos, que hemos empezado a vender desde el 29 de agosto, podemos programar entierros cada hora, eso nos permite tener un orden. Entran los cinco familiares y si hay disponibilidad del sacerdote se hace una pequeña ceremonia, de lo contrario el difunto pasa a ser inhumado inmediatamente en el nicho”, subrayó.
El crematorio, en la parte central del cementerio El Ángel, funciona a diario y emplea una hora a hora con 40 minutos en incinerar cada cuerpo. Luego se entregan las cenizas a la familia.
“Cuando hemos tenido disponibilidad de nichos, como el año pasado, teníamos entre 60 y 90 entierros por mes. Desde el 29 de agosto teníamos disponibilidad de 210 nichos, pero ya nos está quedando unos 110. Ahora estamos teniendo entre de 4 a 5 entierros por día”, comentó.
Sobre el Presbítero Maestro, Cáceda detalló que hay entierros si existe disponibilidad en los mausoleos familiares, bóvedas disponibles o surja una exhumación y se deje libre un nicho, el cual luego se vende.
Seis personas trabajan en la inhumación de cuerpos en el cementerio El Ángel, desde las 8 de la mañana hasta las 4 pm, de lunes a domingo.
Ni flores ni ambulantes
El experto declaró que por la pandemia se ha prohibido el ingreso de flores u objetos de recuerdo del fallecido a fin de reducir al mínimo un eventual contagio del covid-19, medidas que se conservarán en el tiempo cuando pase la emergencia sanitaria,
Ello como parte de las medidas impuestas para poner en valor este camposanto, fundado en junio de 1959 y que alberga a unos 600.000 fallecidos.
“Por muchos años estuvo abandonado, por lo cual se convertía en un mercado en el Día de la Madre. La recuperación empezó en 2018, cuando ya no dejábamos ingresar a los ambulantes. Estamos aprovechando para hacer más fuertes estas medidas de orden y seguridad en el cementerio”, expresó.
La Alta dirección de la Beneficencia de Lima – continuó- está trabajando en una serie de inversiones comerciales destinadas a mejorar la situación del cementerio ubicado en el distrito de El Agustino, para aprovechar al máximo cada metro cuadrado.
Se buscará extender su vida útil por unos 50 a 70 años más. Se planea la construcción de nuevos nichos o cementerios verticales como sucede en Colombia o Brasil.
“Los mismo se está dando en un terreno del Presbítero Maestro, que no es monumental, que se llama la Sexta Puerta. Hay dos hectáreas donde se va a plantear un cementerio bajo las nuevas propuestas modernas y que podrían verse plasmadas a inicios del segundo semestre del próximo año. Ahora estamos en la recepción de propuestas”, resaltó Cáceda.
Foto EFE