PARÍS.- Francia anunció este miércoles que cobrará a partir de diciembre el impuesto nacional a las grandes compañías digitales y, ante el bloqueo de la negociación internacional, quiere que la Unión Europea siga adelante con su trabajo para poner en pie una tasa propia que servirá para hacer presión sobre Estados Unidos.
El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, explicó en una rueda de prensa telefónica que el Gobierno de París reclamará a mediados de diciembre un primer pago de ese impuesto digital, cuya aplicación había dejado en suspenso para dar una oportunidad a la negociación internacional, que de momento ha fracasado.
Le Maire añadió que el saldo del impuesto lo tendrán que pagar las empresas concernidas (en su inmensa mayoría estadounidenses) en la primavera de 2021.
Insistió en que su país había sido muy claro con Estados Unidos, que es quien bloquea un compromiso internacional, en que suspendía el cobro hasta octubre pero que, en ausencia de acuerdo este mes, lo aplicaría.
Recordó que él no se hacía y no se hace ninguna ilusión sobre la posibilidad de un compromiso con Washington, que plantea «un obstáculo político», y eso le refuerza en su convicción de que, hay que trabajar «en una solución europea» que esté lista en el primer semestre de 2021.
Una solución que tomaría la forma de una tasa en función de la facturación de las grandes empresas digitales, que en su inmensa mayoría son estadounidenses.
A su juicio, esa es «la mejor forma de hacer progresar las negociaciones» que se llevan a cabo en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, señaló que no hay que esperar un cambio radical de Estados Unidos tampoco en el caso de que Joe Biden gane las elecciones presidenciales el mes próximo, más allá de una potencial modificación en la cuestión de las sanciones contra los países que, como Francia, han creado sus propios impuestos digitales.
La OCDE indicó el pasado lunes que ante la falta de acuerdo político sobre un dispositivo fiscal para que las empresas digitales paguen impuestos en los países donde tienen actividad y no sólo en los que han fijado su sede, los 137 países del llamado Marco Inclusivo han decidido dar más tiempo a la negociación hasta mediados de 2021.
El impuesto digital francés, adoptado por el Parlamento en el verano de 2019, prevé aplicar un tipo del 3 % sobre la facturación del negocio digital para las empresas cuyas ventas mundiales en esa actividad sean superiores a los 750 millones de euros en el mundo y a 25 millones en Francia.
Cuando se elaboró la ley que creó este impuesto, el Gobierno francés calculó que le permitiría recaudar unos 500 millones de euros anuales. EFE