Siempre resulta muy interesante hacer un análisis de los sueños en nuestra vida. En esta época de pandemia muchas personas tienen trastornos en el sueño; el sueño puede alterarse de forma cuantitativa o de forma cualitativa. En el grupo de los problemas cuantitativos tenemos los casos de exceso de sueño (hipersomnia) en personas con depresión, o en algunos casos, por una causa orgánica cerebral. El síntoma inverso, de forma cuantitativa, es el insomnio o carencia de sueño. Existen dos tipos de insomnio: la dificultad de conciliar el sueño denominada insomnio de inicio del sueño y la forma clínica de no poder dormir de forma no interrumpida denominada insomnio de mantenimiento del sueño.
Existe un grupo denominado trastornos cualitativos del sueño, entre los que se pueden mencionar las pesadillas, la apnea del sueño, el sonambulismo, la somniloquia y el pavor nocturno que se presenta en los niños.
Soñamos más o menos un tercio de nuestra vida, dormimos un promedio de ocho horas diarias que es un tercio de cada día, teniendo en cuenta que cuando éramos niños dormíamos 12 a 18 horas por día; es casi un tercio, si hemos vivido treinta años, diez de esos años hemos dormido, parece una gran cantidad. Los estudios neurológicos han demostrado que soñamos casi siempre, cada noche, pero que generalmente no recordamos; hay un momento durante el sueño en el que tenemos un movimiento de los ojos, en ese preciso momento estamos soñando, se denomina el sueño REM por el movimiento rápido de los ojos, en el resto del tiempo no soñamos, solo dormimos, dormir es necesario para recuperar nuestra energía psíquica, no es lo mismo dormir que soñar.
En el análisis psicológico hay sueños repetitivos, los sueños tienen una explicación en el ámbito de nuestro inconsciente. Este concepto de explicación es utilizado equívocamente como una interpretación del sueño; generalmente interpretan quienes tienen concepciones místicas o esotéricas, pero eso es diferente de un análisis psicológico del sueño.
La planificación de nuestra vida, o nuestras esperanzas se dicen que son un sueño para nuestro futuro, pero en realidad hay ensueños y ensoñaciones en cada persona. Se dice que los sueños y la realidad están hechos de la misma estructura mental de cada persona.
Debemos valorar y cuidar nuestro sueño, en esta época eso es muy importante, es parte fundamental de nuestra salud mental; tal vez debemos comprender nuestros sueños, aunque para ello podemos necesitar ayuda profesional, gran parte de nuestra vida está ocupada por nuestros sueños y eso releva su importancia.
RECUERDA QUE: “SOÑAR NO CUESTA NADA”