La decisión de este domingo, 25 de octubre, podría cambiar la historia de Chile. Los ciudadanos se debaten entre mantener la Constitución actual, heredada de la dictadura de Pinochet, o crear una nueva Carta Magna desde una «hoja en blanco».
Chile realizará este domingo, 25 de octubre, un plebiscito en el que los ciudadanos deberán responder si aprueban o rechazan reemplazar la actual Constitución del país.
Los electores chilenos han sido llamados a las urnas para la consulta que se determinó el 15 de noviembre de 2019, como respuesta al estallido social que vivió esa nación desde el 18 de octubre de ese mismo año.
Para entonces, las protestas ciudadanas y el paro de actividades se avivaron en Chile y llevaron a que la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria firmaran el llamado ‘Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución’. En principio, el plebiscito había sido pactado para celebrarse en abril, pero la pandemia forzó su aplazamiento.
Actualmente, una gran parte de la sociedad chilena se declara desconectada de sus políticos y asegura que el país atraviesa una crisis social en la que no hay líderes visibles.
Los defensores del ‘Apruebo’: se trata de una oportunidad «única»
El plebiscito ha polarizado a Chile y los jóvenes e integrantes de movimientos sociales, protagonistas de las protestas de 2019, se han convertido en los principales defensores de la nueva Carta Magna.
Este jueves, 22 de octubre, los partidarios de la iniciativa cerraron su campaña blandiendo banderas nacionales frente al Palacio de la Moneda, la sede presidencial, mientras coreaban «sí se puede».
Los defensores del ‘Apruebo’, es decir, quienes quieren que se reemplace la Constitución de 1980, afirman que el texto es «ilegítimo». En primer lugar por su origen dictatorial, pues surgió durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero también porque, según destacan, es la fuente de las desigualdades del país.
Para Salvador Millaleo, consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos, se trata de una oportunidad única para reivindicar los derechos de los pueblos originarios. Al mismo tiempo, para Carolina Jiménez, integrante del Observatorio contra el Acoso, el texto sería clave para «garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, así como los derechos sexuales y reproductivo».
Fracisca Crispi, del Colegio Médico de Chile, resaltó que en la nueva Carta Magna debe quedar determinado que la prioridad son los derechos colectivos pues «en la medida en que protejamos los principios de la seguridad social avanzaremos hacia un sistema menos segregador».
Por su parte, Luis Mesina, vocero de la Coordinadora No+AFP, organización que lucha contra las aseguradoras de fondos de pensiones, destacó que «para los que cotizaron entre 30 y 35 años, la pensión promedio es de 220.000 pesos (280 dólares), es decir un tercio más bajo que el ingreso mínimo. Eso es lo que explica el estallido, los jóvenes ven a sus viejos con pensiones miserables».
Los defensores del ‘Rechazo’: la «hoja en blanco» solo generará «incertidumbre»
Los defensores del ‘Rechazo’, es decir, quienes prefieren que se mantenga la Constitución de 1980, cerraron su campaña con una caravana realizada en el oriente de Santiago de Chile.
Para los detractores de la nueva Carta Magna, los problemas del país se pueden solucionar con nuevas leyes. Explican que actualmente, una «hoja en blanco» solo generaría «incertidumbre en el país», lo que, entre otros, desalentaría las -inversiones. Uno de los principales sectores que ha defendido el ‘Rechazo’ es el de los empresarios. En el segundo trimestre de 2020, el PBI del país enfrentó una caída del 14,1 %, la mayor desde 1968.
Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, explicó que «el Congreso actual tiene las condiciones habilitantes para hacer las reformas de forma más eficiente, más rápida, más oportuna y con menos incertidumbre».
Fuente: actualidad.rt.com