El hasta ahora principal sospechoso del atentado en el centro de Bangkok de este lunes, donde 22 personas perdieron la vida, ha querido defenderse de las acusaciones que se ciñen sobre él.
En declaraciones al programa «Sunrise», Sunny Burns, actor de profesión y de origen australiano, ha dado la cara.
El joven ha explicado que cuando vio su rostro en diversos medios internacionales, tuvo «un ataque de pánico». «Estaba comprando en el centro comercial de Siam Paragon», indica en sus declaraciones, hasta que un fan se acercó y le espetó: «Sunny, aquí la gente piensa que eres un terrorista». El joven también cuenta que la Policía acudió a su domicilio. Los agentes buscaron explosivos y también le interrogaron «durante seis horas».
En un comunicado publicado en su página de Facebook, Sunny Burns ha explicado a sus seguidores el miedo que siente por la situación vivida y ha insistido en que «la Policía tailandesa es muy diferente de la australiana y es una cultura totalmente distinta». «No hablo el idioma de forma fluida y apenas entiendo el sistema legal que hay aquí», ha añadido. También ha tenido palabras para las víctimas del atentado: «Tailandia necesita vuestra ayuda. Hay muchas cosas que no habéis visto. La gente ha muerto y está herida».
Las imágenes de Sunny fueron captadas por las cámaras de vigilancia. En el vídeo, el actor, con gafas y una camiseta amarilla, entra al templo, donde deja una mochila. A continuación se marcha con la mirada fija en su teléfono móvil.
La bomba estalló este lunes en el centro de Bangkok, cerca del Templo de Erawan, un centro de culto budista. La gravedad del ataque causó la reacción de las autoridades tailandesas. El primer ministro Prayuth Chan-ocha culpó a un grupo de radicales, con base en el noreste del país, opositor al gobierno. Otras hipótesis apuntaron en una dirección diferente y señalaron a la minoría musulmana uigur, procedente de China. Algunos de sus miembros ya causaron matanzas en el pasado, reporta abc.com
El atentado de este lunes en Bangkok produjo la pérdida de vidas humanas, pero también hizo tambalearse la frágil situación política de Tailandia. El turismo es el principal motor económico del país, gobernado desde hace un año por una junta militar que derrocó a la primera ministra Dama Yingluck Shinawatra. Un ataque como el realizado en la capital afecta, por tanto, a una de las bases de enriquecimiento de la nación asiática.
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