JERUSALÉN.- El fiscal general del Estado israelí, Avijai Mandelblit, estableció hoy que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no podrá designar jueces y cargos que puedan afectar al juicio por corrupción en su contra, al existir un «conflicto de intereses».
La decisión de Mandelblit prohíbe a Netanyahu designar jueces del Tribunal Supremo y de la Corte del Distrito de Jerusalén (en la que tiene lugar el juicio en su contra) así como intervenir en la elección del fiscal general y del abogado del Estado, entre otros.
Además, tampoco puede tomar decisiones respecto a los testigos y otros acusados en el juicio, intervenir en la aprobación de legislación sobre procesos judiciales ni involucrarse de ninguna forma en actividades del Ministerio de Comunicaciones vinculadas a las acusaciones en su contra.
«La situación en la que un primer ministro ocupa su cargo al mismo tiempo que se desarrolla un proceso penal en su contra es una situación excepcional, que requiere una consideración especial», señaló Mandelblit en su dictamen que, enfatizó, tiene carácter vinculante.
A partir del mes de enero de 2021, Netanyahu deberá sentarse al banquillo tres veces por semana, en lo que se prevé será un largo juicio, en el que se lo acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos.
En uno de ellos se le acusa de hacer favores a millonarios a cambio de carísimos y lujosos regalos para él y su familia, y en otros dos de tratar de obtener una cobertura beneficiosa en los medios a través de tratos con sus directivos o propietarios.
Durante los últimos meses crecieron en Israel las especulaciones sobre posibles intentos del mandatario de influir en los procedimientos legales en su contra, en el marco de una fuerte embestida, tanto del primer ministro como de su partido, el Likud, contra la Justicia y, específicamente, contra el fiscal general del Estado. EFE