Cultivada por siglos en los Andes peruanos junto a otros tubérculos como la papa, la oca y el olluco, a la mashua se la conoce poco con un consumo aún limitado.
Sin embargo, este cultivo evidencia una amplia gama de propiedades nutritivas y medicinales según estudios de investigadores de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, de Ayacucho.
El equipo de científicos, encabezado por el investigador Gilmar Peña Rojas -biólogo formado en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y con maestría y doctorado en biotecnología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos-, realiza una investigación integral sobre la mashua (Tropaeolum tuberosum) en diversos aspectos que arrojan sorprendentes resultados.
Uno de los hallazgos más sorprendentes de los investigadores de Ayacucho es la identificación de compuestos bioactivos presentes en la mashua con propiedades anticancerígenas, neuroprotectoras, desinflamantes, antivirales y de regeneración celular, entre otras que convierten en un superalimento a este tubérculo oriundo del Perú.
La mashua, conocida también como “añu”, “isaño” o “cubio” crece en los Andes del Perú entre los 2.800 y 4.100 metros sobre el nivel del mar. Su domesticación y consumo se remontan a hace más de 7,500 años, de acuerdo con evidencias arqueológicas.
Foto: Investigador Gilmar Peña Rojas