JERUSALÉN.- Israel intenta agilizar la expansión de asentamientos en territorio palestino ocupado antes de la toma de posesión en enero del presidente electo de EEUU, Joe Biden, quien se prevé más hostil que Donald Trump a la expansión colonial, advierten medios y ONG israelíes.
El plan para edificar en la colonia de Givat Hamatos, en Jerusalén Este, que salió a licitación el pasado domingo tras años paralizado, es una muestra de estas prisas por avanzar en la construcción antes del cambio de administración en la Casa Blanca. El plazo para presentar ofertas finaliza el 18 de enero, dos días antes de la prevista toma de posesión de Biden.
Es uno de los proyectos más polémicos, puesto que la licitada construcción de 1.257 viviendas allí comprometería la continuidad territorial entre Jerusalén Este y Cisjordania y la solución de dos estados, según ONG israelíes contrarias a la ocupación como Ir Amim o Paz Ahora (Shalom Ajshav).
El asentamiento se ubica en una zona estratégica entre la ciudad cisjordana de Belén y la parte oriental de Jerusalén, donde dos barrios palestinos quedarían interrumpidos y aislados por la construcción prevista.
«ESTABLECER HECHOS CONSUMADOS»
Según Paz Ahora, el avance de este proyecto y otros similares pretenden «establecer hechos consumados sobre el terreno» antes de que los demócratas asuman el poder en EE.UU. el 20 de enero.
La licitación para Givat Hamatos «se aplazó varias veces» en los últimos meses, pero tras confirmarse los resultados electorales estadounidenses, «parece que las autoridades israelíes están acelerando» proyectos como este, que suponen «una línea roja» para la comunidad internacional, indicó a Efe Amy Cohen, portavoz de Ir Amim.
Lo mismo cree Nir Hasson, del diario progresista Haaretz, que la semana pasada escribió que el Ayuntamiento de Jerusalén y la Autoridad de Tierras de Israel «están acelerando la aprobación de planes de construcción» para los dos próximos meses.
Las autoridades israelíes, argumenta, temen que Biden exija paralizar los proyectos previstos en territorio ocupado, entre los que también hay la promoción de miles de viviendas en colonias como Har Homa o Atarot, en Jerusalén Este.
En el caso de Givat Hamatos, el plan quedó suspendido en el pasado por tensiones con la Administración de Barak Obama (2009-2017), durante la que Biden ejerció como vicepresidente y que condenaba la expansión de los asentamientos.
Ahora las autoridades israelíes «están aprovechando las últimas semanas» de Gobierno de Trump y «tienen prisa», señalan fuentes de Paz Ahora, que añaden que es muy difícil que la licitación se cancele tras abrirse públicamente.
LOS DOS PRÓXIMOS MESES «SERÁN CRÍTICOS»
Los próximos dos meses «serán críticos», ya que «Israel intentará aprovechar este tiempo para avanzar en pasos a los que la Administración entrante posiblemente se opondrá», advierte en una nota Ir Amim, que ve «fundamental que la comunidad internacional siga en alerta».
El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Nickolay Mladenov, condenó el lunes la licitación para Givat Hamatos, recordó que la construcción de asentamientos «es ilegal bajo la ley internacional» e instó a Israel «a dar marcha atrás».
También se pronunció el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, que rechazó el plan y pidió de nuevo al Gobierno israelí «que ponga fin a todas las actividades de asentamiento».
En los últimos cuatro años, Trump fue mucho menos crítico con la expansión colonial israelí que las administraciones estadounidenses previas, y su Ejecutivo incluso dejó de considerar las colonias ilegales en 2019.
El respaldo de Trump hizo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tuviera más margen para promover e incrementar la construcción en colonias, que aumentó en torno a un 25 % durante el mandato del republicano, según datos de Paz Ahora. EFE