Mónica Martínez / EFE
Después del efecto de la pandemia sobre la economía peruana, que significará una caída de 14 % este año, los sectores productivos y comerciales de Perú esperan que se mantenga la estabilidad, que comenzó tímidamente a recuperarse, y no se produzcan más cambios con la reciente crisis política en el país.
En una semana de protestas contra el Gobierno de Manuel Merino, que finalmente renunció al cargo este domingo, el tipo de cambio del dólar se disparó, al igual que la Bolsa de Valores de Lima, mientras que el precio internacional de los bonos soberanos se precipitó por la incertidumbre política.
Un nuevo Gobierno transitorio asumirá el martes, tras la elección del legislador centro-liberal Francisco Sagasti en la presidencia del Congreso, quien asumirá el Ejecutivo peruano durante los próximos ocho meses.
Sagasti, un ingeniero de 76 años, deberá traspasar el poder el próximo 28 de julio, el día central del bicentenario de la independencia nacional, al jefe de Estado que resulte elegido en los comicios generales de abril próximo.
Cada mes, después de la reapertura de la economía por la pandemia, ha sido un alivio para los sectores productivos que han reanudado sus actividades después de tener caídas de entre 50 y 30 %, como los de alojamiento y restaurantes, así como de transportes y construcción.
NO MÁS CAMBIOS EN TRANSICIÓN
«El Gobierno transitorio lo que tiene que hacer es mantener la estabilidad, retomar las funciones de un Gobierno y no hacer mayores cambios», opinó el presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Peter Anders, en entrevista con Efe.
Consideró que el Ejecutivo, que asumirá el martes tras las masivas manifestaciones ciudadanas que forzaron la renuncia de Merino, «tiene que seguir los planes de inversión, tratamiento de la salud, y la reactivación económica», anotó el representante gremial.
La crisis sanitaria ya había demandado al gobierno del destituido Martín Vizcarra (2018-2020) una inversión del 12 % del PIB en reforzar el sistema de salud, entregar bonos a la población vulnerable, así como la emisión de bonos soberanos para financiar un paquete de créditos para las empresas.
A pesar de esas medidas de urgencia, Anders opinó que «la situación de las Reservas (Internacionales) es bastante alta, en comparación con otros países de la región» y que, por lo tanto, «la estabilidad macro sí está garantizada».
Con miras al gobierno que se elegirá en abril y asumirá el 28 de julio de 2021, Anders afirmó que le tocará «reactivar el país, crear infraestructura de salud y educación» y «obviamente dar una imagen positiva para las inversiones extranjeras».
ESTABILIDAD MACROECONÓMICA
«Tenemos un país bastante estable a nivel macro, con buenas reservas y con balanza de pagos positiva, pero faltó desarrollar», en temas como infraestructura, telecomunicaciones, salud y educación, señaló el representante empresarial.
De acuerdo con las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el Producto Interno Bruto (PIB) de Perú cayó 14,49 %, de enero a septiembre pasado, pero septiembre registró una caída de 6,95 %, la menor en lo que va del año.
Los sectores que han empezado a recuperarse en septiembre han sido el Financiero y de Seguros, que creció 21,42 %, por el mayor volumen de créditos a empresas de construcción, comercio, transporte, almacenamiento y comunicaciones, enseñanza y actividades inmobiliarias, entre otras.
Asimismo, el de Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información creció 5,13 % por el incremento en el servicio de telefonía (15,4 %), y de internet y televisión por suscripción (5,1 %), en vista al fuerte aumento del teletrabajo y de la escuela en casa durante prácticamente todo 2020.
Los reclamos más urgentes para los próximos años serán recuperar el empleo perdido por la pandemia, que solo en Lima, una ciudad de unos 10 millones de habitantes, disparó el desempleo al 16,4 %, con más de un millón de puestos perdidos por la pandemia.
Fuente: Agencia EFE