JERUSALÉN.- La ciudad cisjordana de Belén, donde la tradición cristiana establece que nació Jesucristo, celebrará este año sus tradicionales festividades navideñas con limitaciones, formato reducido y priorizando su retransmisión virtual por la COVID-19, informó hoy a Efe el alcalde de la ciudad, Antón Salman.
Según este, la mayoría de eventos y celebraciones religiosas seguirán teniendo lugar, pero se limitará el aforo a un número reducido de personas que variará según la tasa de contagios.
Los actos se deberán llevar a cabo bajo estrictas medidas de higiene, se priorizará su seguimiento «a distancia» y se retransmitirán virtualmente y por televisión, para prevenir reuniones y reducir el riesgo de infección, concretó el alcalde.
El objetivo es evitar que se junten grandes grupos en lugares emblemáticos como la Plaza del Pesebre, donde miles de personas asisten cada año a eventos como el encendido del gran árbol de Navidad frente la Basílica de la Natividad, o la misa de Nochebuena.
Belén fue uno de los principales focos locales de contagio con el inicio de la pandemia, en marzo, y estuvo bajo un estricto cierre durante semanas.
La COVID-19 también asestó un duro golpe a su economía: la ciudad, uno de los principales destinos turísticos de Palestina, no recibe a turistas ni peregrinos cristianos desde marzo.
Israel -que controla las fronteras de los territorios ocupados-, veta el acceso de extranjeros con visado de turista desde entonces, lo que ha dejado al sector de toda al región en el dique seco.
El turismo era el principal motor de la economía de Belén, y tenía su punto álgido en época navideña y Semana Santa.
Pero este año «no hay expectativas, las pérdidas económicas son muchas» y «todo está congelado», lamenta Salman.
En el centro de la urbe, muchas tiendas y restaurantes permanecen sin abrir ante la ausencia de turistas, y casi solo se ve caminar entre sus calles a la población local.
Las perspectivas ante el invierno tampoco son del todo optimistas, y las autoridades palestinas advierten del impacto de una posible tercera ola de coronavirus con la llegada del frío.
Estas últimas semanas, la tasa de contagios ha ido ligeramente en aumento: Cisjordania ha superado los 700 casos diarios en los últimos días, y la Franja de Gaza acumula sucesivos récords de contagios. Hoy mismo registró un nuevo máximo, con casi 900 infecciones nuevas.
Desde el inicio de la pandemia, los territorios palestinos (Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, con unos cinco millones de habitantes) registran casi 83.000 contagios y 698 muertes. EFE