RÍO DE JANEIRO.- El principal partido de la oposición en Brasil presentó este jueves una denuncia penal contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por las declaraciones en las que amenazó con que se repita en el país lo ocurrido la víspera en EE.UU. por la supuesta falsa de confianza en las elecciones.
En sus denuncias tanto ante la Fiscalía como ante el Tribunal Superior Electoral, el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) alega que el líder de la ultraderecha brasileña incurrió en crímenes contra el sistema electoral y de amenaza a la democracia, que tienen que ser investigados y sancionados.
El PT, formación liderada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pide ante la Justicia que el jefe de Estado sea responsabilizado penalmente por improbidad administrativa.
En las declaraciones cuestionadas y en las que se refirió al asalto al Capitolio de Estados Unidos el miércoles, el gobernante atribuyó los hechos violentos al «fraude» en las elecciones presidenciales en ese país, que resultaron en la derrota del presidente Donald Trump, su aliado e ídolo político.
Bolsonaro agregó que disturbios aún más graves pueden registrarse en Brasil en 2022, cuando se celebrarán las elecciones en las que podrá aspirar a su reelección, en caso de que las autoridades electorales del país no adopten para entonces el tradicional sistema de votación en papeleta.
«Si no tenemos voto impreso en 2022 o una manera de auditar el voto, vamos a tener problemas peores que en Estados Unidos», aseguró.
Así como ha insistido sin pruebas en el fraude en las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año, Bolsonaro ha afirmado, igualmente sin pruebas, que el sistema electrónico de votación en Brasil es susceptible a fraudes.
El líder ultraderechista ha dado a entender que una posible derrota suya en las elecciones de 2022 puede ser atribuido a un fraude en el sistema de votación brasileño, que usa urnas electrónicas y escrutinio igualmente electrónico.
ALERTAN SOBRE GRAVEDAD DE AMENAZA
El PT decidió denunciar a Bolsonaro por tal amenaza luego de que tanto el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, como el vicepresidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), magistrado Luiz Edson Fachin, alertaran sobre la gravedad de unas declaraciones atentatorias contra la democracia.
«La declaración es un ataque directo y gravísimo a la autoridad electoral. Los partidos políticos tendrían que accionar a la Justicia para que el presidente se explique. Bolsonaro consigue superar los delirios y los devaneos de Trump», afirmó el presidente de la Cámara Baja en un mensaje en sus redes sociales.
«Quien desestabiliza la renovación del poder o de forma falsa confronte la integridad de las elecciones tiene que ser responsabilizado en un proceso público y transparente», afirmó en un comunicado Fachin, que también es magistrado de la Corte Suprema.
El magistrado agregó que el asalto al Capitolio de Estados Unidos tiene que dejar en alerta a la democracia brasileña.
El PT recordó en su denuncia que no es la primera vez que Bolsonaro alega fraude en el proceso electoral brasileño sin presentar pruebas y afirma que esa insistencia ahora viene acompañada por una «velada amenaza en caso de que el resultado de las elecciones de 2022 no sean de su agrado».
«No se puede admitir, o siquiera suponer, que se trate de una simple y directa ligereza por parte del presidente de la República, porque eso atenta contra la propia institución de la Justicia Electoral y la democracia. En caso contrario, nos parece caracterizar conducta punible penalmente», dice la demanda.
«Esos reiterados ataques promovidos por un presidente irresponsable sólo ocurren por la reiterada inercia de los órganos de control», alegó la formación izquierdista al recordar que ya había presentado otras denuncias contra Bolsonaro por sus acusaciones infundadas de fraude electoral que nunca llegaron a ser investigadas.
Para el PT, la «manipulación del miedo colectivo con una mentira difusa y sin lastro fatídico» constituye una conocida táctica política fascista cuyo único fin es «obtener ilegítimo poder político, ya que contraría las reglas democráticas». EFE