Manuel Sánchez Gómez/ EFE
Pep Guardiola cumplirá este lunes 50 años convertido en la piedra angular del Manchester City, en el recuerdo perenne de la afición del Barcelona y con el objetivo de seguir descifrando ese puzle al que siempre ha dado vueltas desde que colgó las botas, el fútbol.
Lo celebrará en Mánchester, una ciudad de la que se ha enamorado tras varios años residiendo en ella, y en la que aterrizó después de muchos años en Barcelona y una breve estancia en Múnich.
Será una celebración tibia por las circunstancias actuales, con todos los restaurantes de la ciudad cerrados por el confinamiento total en que vive el Reino Unido, y con la mayor parte de su familia residiendo en Barcelona.
Además, el poco respiro que da esta ajetreada temporada provoca que durante su cumpleaños también tenga que mirar de reojo la libreta para preparar el próximo duelo de Premier League ante el Aston Villa, que se jugará dos días después.
Guardiola, que con 50 años sigue siendo el rey absoluto de las competiciones nacionales en Inglaterra, con ocho títulos en cinco temporadas, ha conseguido mimetizarse con una ciudad que huye de las excentricidades de capitales como Londres y que resulta mucho más familiar y cercana, sobre todo para un amante de la música como él.
En los cinco años en los que ha residido en Mánchester, Guardiola se ha recorrido los teatros y cines de la ciudad, disfrutando de musicales y de obras teatrales, como desvela el libro ‘Pep’s City: The Making of a Superteam’.
Tampoco se ha quedado atrás en el plano gastronómico y fue en 2018 cuando decidió, junto a Txiki Begiristain y Ferran Soriano, abrir un restaurante de comida catalana, el TAST, en una de las calles más importantes de Mánchester.
Eso sí, las celebraciones de títulos se suelen reservar para el Tapeo, el restaurante de Juan Mata (ahora cerrado de manera permanente), cuyos platos también fueron del gusto del que fuera durante un par de años su rival en Mánchester, José Mourinho.
En el plano deportivo, Guardiola vive un momento de resurrección en Inglaterra, donde pasó de conquistar los cuatro títulos domésticos en 2019 a entregar la corona de la Premier League y la FA Cup la temporada pasada.
El ‘Rock & Roll’ de Jürgen Klopp arrolló al estilo de Pep y le destronó, acabando con una dinastía que solo se pudo extender durante dos años. Ahora lucha por recuperar ese título con un equipo amplío de fondo de armario, pero que sufre para encontrar continuidad en el ‘nueve’.
El rompecabezas del de Sampedor le ha llevado a jugar con la figura del falso ‘nueve’, como ya hizo en el Barcelona, solo que ahora no tiene a Leo Messi. Las continuas lesiones de Sergio Agüero y la irregularidad de Gabriel Jesús le obligan a seguir dándole vueltas a una alineación que ya de por sí cuenta con muchas estrellas mundiales.
Con él como entrenador, Kevin De Bruyne se ha convertido en el mejor centrocampista de la Premier, Raheem Sterling se ha tornado en un goleador fiable, Phil Foden ha pasado de promesa a titular, Rodri es el medio de futuro del equipo, Ederson un muro y Ruben Dias parece el central que Guardiola buscaba desde hace años.
Aún con eso, Guardiola entra en los 50 con una cuenta pendiente en forma de ‘Orejona’. Su labor siempre estará discutida hasta que consiga ganar otra Champions fuera de Can Barça. No lo consiguió en el Bayern de Múnich y, de momento, en cuatro intentos ni siquiera ha alcanzado las semifinales en las que su predecesor, Manuel Pellegrini, puso el tope del equipo.
Renovado hasta 2023 y con la intención siempre impresa de extender su vida en la ciudad de los hermanos Gallagher, los Stones Roses o los Smiths, Guardiola vivirá un 50 cumpleaños en el que no faltará el gran puzle de su vida, el fútbol.
EFE