LONDRES.- Las grandes cabeceras de la prensa del Reino Unido han aunado fuerzas para exigir medidas urgentes y transparencia al gobierno en su gestión de las peticiones de información que formulan los periodistas, al valorar que su opacidad contraviene el principio de libertad de información.
Lo han hecho mediante una carta abierta firmada por más de una docena de directores y exdirectores de grandes periódicos como The Guardian, The Times, The Telegraph o el Financial Times, que han reaccionado ante hallazgos alarmantes desprendidos de un informe elaborado por openDemocracy.
En el documento, esa organización independiente de medios globales denuncia que desde una unidad «secreta» denominada Clearing House y ubicada dentro del Ministerio del Gabinete, que dirige Michael Gove, se veta a ciertos reporteros, se bloquea según qué peticiones de prensa y se impide divulgar información pública sensible.
«Esto confirmó lo que se venía sospechando desde hacía tiempo, que el Gobierno gestionaba las peticiones de los reporteros que hacían preguntas sensibles o difíciles de manera diferente a cómo cursaban otras solicitudes», afirma en una entrevista con Efe Mary Fitzgerald, directora de ese portal.
CULTURA DEL SECRETISMO
Esta manera de operar es «contraria al espíritu y la legislación de este país», lamenta esta periodista, al tiempo que reprocha la «ausencia de transparencia» por parte del Ejecutivo conservador en estas tareas.
«Se supone que no tienen que tener en cuenta quiénes somos en relación a la información que buscamos. Esto es profundamente inquietante y nos consta que le ha ocurrido a otros medios», agrega.
Sostiene además que la manera de tramitar esas solicitudes de los medios se ha «agravado» con el Gobierno de Boris Johnson, que cultiva «una cultura de la evasión y el secretismo por (sus oficinas de) Whitehall».
«Este es un asunto que interesa a todo el mundo en este país y puede tratarse de una cuestión de vida o muerte», asevera Fitzgerald, al recordar que su portal reveló cómo desde esa controvertida unidad «bloquearon información sobre un escándalo de sangre contaminada que mató a más de un millar de ciudadanos».
Por su parte, el director de The Times, John Witherow, califica la situación de «vergüenza», mientras que Katharine Viner, de The Guardian, pone en entredicho el «compromiso» del Ejecutivo con la libertad de prensa.
La misiva ha sido dirigida a los presidentes de las comisiones parlamentarias de Administración pública y Asuntos Constitucionales y a la de Digital, Cultura, Medios de comunicación y Deportes.
SE DEMANDAN MEDIDAS
Los medios exigen nuevas medidas urgentes que «agilicen» las peticiones de los periodistas así como un mayor respaldo a la oficina del Comisionado de Información, que supervisa la libertad de prensa.
OpenDemocracy colabora con el bufete de abogados Leigh Day para llevar el caso ante la Justicia -en abril- y forzar al Ministerio del Gabinete a revelar detalles del funcionamiento de ese departamento.
«La transparencia no es un privilegio o un regalo concedido a una ciudadanía agradecida por un Gobierno benigno. Es un derecho fundamental de personas libres para poder ver y escudriñar las decisiones que se toman en su nombre», remarca Witherow.
El informe reveló que el índice de respuestas aportadas por este Ejecutivo a peticiones de prensa se sitúa ahora en su nivel más bajo desde la introducción de la Ley de Libertad de Información hace dos décadas. EFE