EDIMBURGO.- El triunfo del Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon en los comicios regionales de Escocia presagia una dura batalla entre Edimburgo y Londres para convocar un segundo referéndum sobre la independencia escocesa.
Como se esperaba, el independentista SNP fue el partido más votado en las elecciones al Parlamento de Edimburgo celebradas el jueves, pero sin llegar a los 65 escaños necesarios -de los 129 que tiene el legislativo- para la mayoría absoluta.
El SNP se quedó con 64 diputados, uno más que en 2016 pero uno menos de los necesarios para la absoluta.
Los conservadores tendrán 31 representantes, los laboristas 22, los Verdes ocho y los liberaldemócratas cuatro.
De estos 129 escaños, 73 -elegidos por mayoría simple- corresponden a las circunscripciones, mientras que los otros 56 – por el sistema proporcional- proceden de las listas regionales.
La escisión nacionalista comandada por el ex ministro principal Alex Salmond, el Partido Alba, alcance ningún escaño.
OTRO MANDATO DE STURGEON
La líder del SNP, que presidirá una vez más el Gobierno autonómico escocés, confiaba en que una mayoría absoluta le diera el mandato democrático necesario para pedir al Ejecutivo británico del conservador Boris Johnson el permiso para convocar un segundo plebiscito legal sobre la escisión de Escocia del Reino Unido.
Y eso hizo en una declaración formal al proclamarse vencedora de los comicios.
«El pueblo de Escocia debe decidir su futuro cuando la crisis de la covid pase. Es un asunto de principio democrático fundamental», añadió, antes de recordar que el SNP y los Verdes llevaban en sus compromisos de campaña la celebración de un nuevo referéndum.
Sin embargo, el conservador Boris Johnson cerró este sábado la puerta a cualquier posibilidad de celebrar una nueva consulta, incluso con este triunfo del SNP.
«Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario», dijo el jefe de Gobierno en una entrevista con el diario «The Telegraph», al ser preguntado sobre si aceptaría una nueva consulta después de la celebrada en 2014, en la que los escoceses votaron por seguir en el Reino Unido por claro margen.
Sturgeon está a favor de impulsar la nueva consulta en 2023, una vez que Escocia supere la crisis provocada por la pandemia.
El SNP y los Verdes defienden que el pueblo escocés tiene derecho a votar sobre la independencia después de que Escocia quedase fuera de la Unión Europea (UE) en contra de su voluntad.
En el referéndum europeo del 23 de junio de 2016, Escocia votó ampliamente a favor de permanecer en la UE a pesar de que el Reino Unido en su conjunto respaldó la salida del bloque europeo.
STURGEON GANA EN SU CIRCUNSCRIPCIÓN
Los «tories» llegaron a incrementar su número de votos en varias circunscripciones frente a la anterior cita electoral, lo que sugiere votos tácticos dentro del unionismo para frenar el avance del SNP.
Con 19.735 votos, Sturgeon fue reelegida por la circunscripción de Glasgow Southside, al que aspiraba también el nuevo líder del Partido Laborista escocés, Anas Sarwar, que quedó en segundo lugar tras obtener 10.279 papeletas.
No obstante, el político laborista se garantizó un escaño en el Parlamento de Holyrood al presentarse también en la lista de su formación por la región de Glasgow.
La participación electoral está estimada en el 63 %, más alta que en anteriores citas electorales regionales.
A diferencia de otras votaciones, en esta ocasión no hubo encuestas a pie de urna al término de la votación del jueves ni predicciones por parte de las formaciones políticas.
Más de cuatro millones de personas, incluidos los extranjeros con residencia en Escocia, estaban llamadas a las urnas para votar en estos comicios, pero muchos lo hicieron previamente por correo. EFE