David Blanco Bonilla/ EFE
A poco menos de un mes del balotaje presidencial en Perú, la candidata Keiko Fujimori amenaza la primera posición de Pedro Castillo, quien parece haberse estancado en las preferencias ciudadanas mientras su estrategia de campaña muestra fisuras que complican sus opciones de triunfo.
Fujimori, quien representa al partido de derecha autoritaria Fuerza Popular, se ha colocado ya muy cerca de Castillo, el candidato del partido ultraizquierdista Perú Libre que ocupó el primer lugar en las elecciones generales del pasado 11 de abril, con poco más de un 19 % de los votos válidos.
Aunque los primeros sondeos de opinión otorgaban a Castillo una cómoda ventaja tras la primera vuelta, con poco más de un 40 % de la intención de voto en ese momento, Fujimori se ubica ahora a entre dos y cinco puntos porcentuales, algo que las encuestadoras atribuyen tanto a una subida en sus preferencias como a un descenso en el apoyo a su rival electoral.
LA TENDENCIA EN LAS ENCUESTAS
En los últimos días Fujimori ha recibido un respaldo numeroso de partidos políticos de centro y de derecha, así como de gran parte de los medios de comunicación, que consideran que es la opción para evitar que Perú sea gobernado por un régimen de izquierda «radical» que muchos creen que podría afectar las libertades individuales, la recuperación económica y el estado de derecho.
En ese sentido, un sondeo difundido este lunes por la empresa privada CPI ratificó la tendencia a la subida de Fujimori, tal como ya había mostrado otra encuesta difundida el domingo por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El trabajo de CPI indicó que Castillo mantiene el primer lugar, con un 34,2 %, pero Fujimori ya recibe un 32 % de apoyo, una notoria subida desde el 23,1 % que tenía en abril.
En la encuesta del IEP, Castillo recibió un 36,2 % de la intención de voto, lo que implicó un descenso de cinco puntos respecto a abril, mientras que Fujimori subió 8,5 puntos porcentuales en mayo, hasta llegar a un 30 %.
LA DEBILIDAD DEL SISTEMA DE PARTIDOS
En ese escenario, el politólogo Sandro Venturo remarcó a Efe que el actual proceso hacia la segunda vuelta electoral del próximo 6 de junio «está mostrando la gran debilidad del sistema de partidos, la gran crisis de representación».
«Las dos candidaturas que están postulando ahora en realidad son dos minorías: el primero pasó con el 10 % de votos efectivos, la segunda con el 8 %. Había, entonces, un 80 % del electoral que no los había considerado como opción», remarcó.
Eso se traduce ahora en «electores que están votando en contra» de alguno de los dos aspirantes presidenciales, lo que hace que en el país haya «un voto precario, voluble» que lleva a que todo pueda «cambiar de un momento a otro».
EL VOTO «EN CONTRA»
En el polarizado escenario político peruano, Castillo es acusado por sus opositores de querer implantar un régimen «comunista» en el país, mientras que Fujimori es vista por muchos como una representante de la corrupción y las violaciones de los derechos humanos que minó el régimen de su padre, el expresidente encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000).
«Diría que hemos pasado de votar por el mal menor a votar contra el mal mayor», remarcó Venturo antes de añadir que cuando se analiza la composición del voto favorable a Fujimori la mayoría «en realidad está votando contra Castillo, contra la amenaza del comunismo, como han logrado posicionar sus opositores».
Pero, además de eso, la candidatura de Castillo se presenta cada vez como una «menos solvente, menos preparada», tras haber logrado pasar a la segunda vuelta presidencial de manera sorpresiva y al parecer sin tener los cuadros ni la estrategia necesaria para afrontar esta instancia decisiva.
En ese sentido, muchos de los que apoyan al candidato ultraizquierdista en realidad votan contra Fujimori porque la ven «como una amenaza de una mafia, un sistema de corrupción, una forma de Gobierno autócrata que viene siendo rechazada en el Perú desde hace ya más de dos décadas».
LAS SEMANAS DECISIVAS
Los analistas consideran que durante las casi cuatro semanas que restan para los comicios se profundizará la polarización en el país y es posible que se llegue al día de votación sin un favorito claro para ganar el balotaje.
Venturo enfatizó que si Castillo persiste en su estrategia «es muy probable» que siga cayendo en las encuestas, mientras que podría tener una reacción positiva si «tiende puentes al centro antifujimorista, que busca mostrar equipos técnicos y propuestas concretas» en la lucha contra la pandemia y la reactivación de la economía familiar.
Fujimori, por su parte, parece ser consciente de que el «antivoto» en su contra es muy sólido, por lo que puede optar por «mostrar una apertura democrática y un carácter reformista en sus propuestas que le quite las banderas de cambio social» a Castillo.
Finalmente, para Venturo esta va «a ser una competencia bien reñida» y es probable que, de acuerdo a cómo evolucionen las encuestas, los 25,4 millones convocados a las urnas acudan sin saber quién será su próximo presidente.
«Probablemente ese sea el escenario que viene a continuación», concluyó.
EFE