QUITO.- Guadalupe Llori, del movimiento indigenista Pachakutik, logró este sábado la presidencia de la Asamblea Nacional (Parlamento) tras obtener el respaldo de 71 de los 137 votos legislativos.
La candidatura de Llori la presentó el legislador Mario Ruiz, tras destacar la necesidad de la reconciliación entre ecuatorianos y de recuperar la credibilidad del pueblo en la Asamblea Nacional.
Esta tarea, dijo «puede emprender una mujer referente de lucha como Guadalupe Llori», legisladora de la provincia amazónica de Orellana.
Llori, abogada que dirigirá la Asamblea entre 2021 y 2023, asumió el cargo una vez que le tomó el juramento respectivo la legisladora Pierina Correa, quien dirigió la sesión al ser la más votada en las elecciones del pasado 7 de febrero.
En su discurso de posesión, Llori habló de la necesidad de una «reconciliación social en un país dividido como es el nuestro» y pidió trabajar «de manera articulada: Ejecutivo, Legislativo y gobiernos locales», partiendo de la necesidad de brindar al país un trabajo «eficaz, eficiente y con mucha responsabilidad».
«Vamos a legislar desde una vía alternativa, donde la diversidad, la inclusión y la participación ciudadana sean los mecanismos de nuestro accionar legislativo, inspirados en los principios de igualdad, libertad, justicia social, interculturalidad y protección» a la naturaleza, dijo.
Puntualizó que el Gobierno entrante, que presidirá el centroderechista Guillermo Lasso, desde el próximo 24 de mayo, «debe tener la gobernabilidad para que prevalezca la democracia, que implica la diversidad de visiones y opiniones, pero con un mismo objetivo: el desarrollo del país».
«Vamos a buscar esa verdadera reconciliación porque necesitamos que nuestro país también tenga ese mensaje claro de que todos los asambleístas vamos a trabajar de manera conjunta con el presidente de la República», anotó.
Y opinó que lo que debe unir a los legisladores es un compromiso por una justicia independiente y eficaz.
La designación de Llori ocurrió un día después de la instalación de la sesión en la que ninguno de los candidatos propuestos consiguió la votación para hacerse de la Presidencia del Legislativo.
La sesión inaugural el viernes dejó al descubierto las severas dificultades que tendrá para gobernar el próximo jefe de Estado, tras la aparente ruptura del pacto entre su partido CREO y el Partido Socialcristiano (PSC).
Las fisuras y debilidades del nuevo mandatario, que asumirá el poder el 24 de mayo en sustitución de Lenín Moreno, quedaron patentes en la votación del presidente del poder legislativo y de sus dos vicepresidentes, en las que los doce diputados de CREO se apartaron finalmente de un acuerdo previo con el PSC y la alianza correísta UNES.
«Hoy han demostrado que su palabra y su firma no valen para nada», dijeron el viernes los socialcristianos en una carta abierta en la que mostraban su decepción con el partido del político centroderechista, y en la que aseguran que este había consentido a esa inusual alianza con sus rivales correístas dentro de su proyecto de reconciliación nacional, el llamado «Ecuador del encuentro».
Ante la encrucijada, Pierina Correa, de UNES y hermana del exmandatario Rafael Correa, ordenó el aplazamiento de la sesión, que se retomó la tarde de este sábado, cuando se designó a Llori, quien tras asumir el cargo presidió la sesión para designar a otras autoridades del Legislativo. EFE
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