SAO PAULO (Brasil).- La empresa minera Vale, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de hierro, fue obligada a paralizar sus operaciones en un complejo del estado brasileño de Minas Gerais, región que en los últimos años ha sido escenario de dos graves desastres mineros con la compañía como protagonista.
La minera Vale informó en una nota remitida este viernes al mercado financiero de la suspensión de sus actividades «en áreas próximas a la represa Xingu«, localizada «en la mina Alegría», por orden de la «Superintendencia Regional del Trabajo».
La medida afectó a la circulación de trenes en el Complejo de Mariana, cerca de donde se produjo una de las catástrofes, y por tanto al traslado del material producido en la planta Timbopeba.
Ello llevó a la paralización temporal de la producción en dicha unidad, con un impacto estimado de 33,000 toneladas de fino de mineral de hierro por día, más otras 7,500 toneladas tras el cierre de «algunos accesos internos a la mina Alegría».
«Vale está tomando todas las medidas necesarias para la recuperación de las actividades lo más breve posible, manteniendo el foco en los cuidados necesarios para garantizar la seguridad de los empleados y de las comunidades de alrededor de sus estructuras», indicó la firma.
El gigante minero no informó las causas de la paralización argüidas por las autoridades, pero indicó que la represa Xingu está en un nivel de emergencia 2, en una escala que va hasta tres y que es utilizada para medir el riesgo de colapso de una presa.
«No hay riesgo inminente de ruptura, por lo que siguen inalteradas las condiciones de seguridad de la estructura», puntuó Vale.
En los últimos años, en Brasil, y más concretamente en el estado de Minas Gerais (sureste), han tenido lugar dos graves tragedias mineras.
El 25 de enero del 2019, en la ciudad de Brumadinho, también situada en Minas Gerais, uno de los diques de un complejo minero de Vale se vino abajo, en una de las peores tragedias humanas y ambientales de la historia de Brasil.
El colapso generó un ola de lodo y residuos minerales que sepultó centenares de propiedades, dejando 260 muertos y 10 desaparecidos, a los que aún se intenta localizar en la actualidad.
El desastre en Brumadinho se produjo tan solo tres años después de otro similar ocurrido en Mariana, donde la rotura de diques de la minera Samarco, controlada por Vale y BHP Billiton, causó 19 muertos y una enorme tragedia medioambiental en la región.
A partir de esas dos catástrofes, las autoridades brasileñas han paralizado las actividades de varias represas, especialmente en Minas Gerais, ante el riesgo de rotura.
Foto EFE
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