Desde sus calles, plazas, mercados y redes sociales, el Perú desafió este lunes de resaca electoral su fama de ser un país de descreídos políticos, a la espera de conocer el desenlace de unos apretadísimos y superpolarizados comicios presidenciales.
«Ahora toca esperar nomás los resultados. Todos estamos en incertidumbre, sin saber qué va a pasar», reconoció a Efe un vecino del distrito limeño de Independencia, cuando el aún incompleto recuento de sufragios daba, por apenas unos pocos miles de votos, una tímida victoria a la derechista Keiko Fujimori frente a su rival, el izquierdista Pedro Castillo.
La carrera, sin embargo, hacia el mediodía de este lunes parecía ganarla Castillo, que confirmó las predicciones y se distanció de su rival por más de 50.000 votos con el 94 % de los sufragios escrutados.
Igual, desde Lima aún hay quien no se resigna y ve «opciones matemáticas» para que Fujimori retome el liderazgo en el conteo, una opción que parece desdibujarse a cada minuto.
«Mis números dicen que gana Castillo, por poco. Pero escucho que Keiko remonta con voto extranjero. No sé si esto es asumir cosas que no son ciertas», reflexionó ante Efe Pietro, un profesional limeño que como muchísimos ciudadanos no estaba cómodo ni con el triunfo de Castillo ni con el de Fujimori.
La expectación es máxima en todo el territorio nacional, que este domingo celebró una fiesta democrática para elegir entre dos propuestas radicalmente opuestas al presidente que tomará las riendas del país para los próximos cinco años.
Pero en la humilde Tacabamba, en la región norteña de Cajamarca, los nervios se sienten aún más a flor de piel ante la posibilidad real de que Castillo, un paisano de esa localidad, pueda llegar al sillón presidencial.
PRUDENCIA Y ESPERANZA
Las calles de ese pueblo cajamarquino, capital del distrito homónimo, amanecieron desérticas, pues a primera hora de la mañana apenas dos vecinos discutían en una de las esquinas de la céntrica plaza de Armas.
«Vamos a esperar al conteo final», resumió a Efe Abelardo Díaz, un agricultor consciente de que, con estos estrechos resultados, la definición del ganador obliga a esperar al escrutinio definitivo de los votos.
«Tenemos que ser respetuosos de la decisión de la mayoría de los ciudadanos», agregó el hombre, un tenaz simpatizante del partido del «lápiz».
En la esquina opuesta, la tacabambina María Campos aguardaba su turno para recibir la vacuna contra la covid-19 en las puertas del Coliseo municipal, donde discutía junto a su esposo los resultados electorales.
«Tenemos esperanza. Queremos que gane nuestra gente. Queremos un cambio y ya no queremos a los Fujimoris», manifestó a Efe la mujer, de 65 años, quien nunca aprendió a leer ni a escribir.
Dos cuadras más abajo, en un mercado callejero improvisado, la vendedora de frutas y verduras Elvira Fernández también compartía con su compañera el rechazo que le genera la candidata de Fuerza Popular.
«Dios quiera que un tacabambino y cajamarquino ganara. Pero Keiko no. Ya sabemos su comportamiento. Su papá, ¿cómo hizo?», espetó a Efe la anciana, que ya acumula más de cinco décadas dedicadas al comercio ambulante.
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Desde el otro extremo de la calle, la vendedora Érika Usma se sumó al mismo pedido: «Estamos rogando. (Será) lo que Dios diga y si dice que gane (Castillo), ganará y, si no, paciencia. ¿Qué vamos a hacer?», dijo la mujer, quien confía en que los resultados serán «honestos y limpios».
AMBIENTE FESTIVO
La calma que reinó en las primeras horas del día en Tacabamba se revirtió cuando faltaban pocos minutos para las 12h, el momento en el que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) actualizó los datos y situó por vez primera a Castillo por delante en el recuento con el 50,07 % de los votos válidos, frente al 49,92 % de Fujimori.
«Vamos compatriotas, la victoria es nuestra. El pueblo ha decidido», entonaba una voz masculina desde el megáfono que guiaba a las decenas de devotos de Perú Libre que recorrían con banderas, pancartas y carteles las céntricas calles de esa pequeña localidad.
«Pedro, amigo, el pueblo está contigo. En costa, sierra y selva, Pedro presidente», auguraban los vecinos del candidato.
EFE- Carla Samón Ros- Video ATV