ESTRASBURGO/Francia.- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) volvió a condenar este martes por novena vez a Turquía por dictar prisión contra un periodista, tras el intento de golpe de estado de 2016 y sin razones justificadas para sospechar que el demandado cometiera un delito.
Ya son 19 los periodistas turcos a los que la Corte europea ha avalado en esas circunstancias.
Ali Bulaç (1951 y residente en Estambul) es el decimonoveno periodista al que Turquía deberá indemnizar. En su caso, con 12.240 euros por daños morales, por vulnerar sus derecho a la libertad, la seguridad y a la libertad de expresión.
El demandante, cronista del diario Zaman, considerado el órgano de prensa de la red de Fetullah Gülen, fue detenido el 26 de julio de 2016 tras acudir a una comisaría al escuchar en los medios de comunicación que era sospechoso de pertenecer a la citada red.
Bulaç ingresó en prisión al considerar el juez que sus artículos hacían «apología de una organización terrorista».
El 11 de mayo de 2018, el fiscal de la República ordenó su puesta en libertad, al entender que sus artículos no habían incitado el golpe de estado.
El Tribunal Penal de Estambul le condenó el 6 de julio de ese año a 8 años y nueve meses de cárcel.
Un año después, el Tribunal Constitucional falló a favor del demandante, en una ajustada votación de 9 votos contra 6, y le otorgó una indemnización de 3.760 euros por daños morales y 410 por honorarios.
El demandante invocó ante la Corte europea que no existía ninguna prueba contra su encarcelamiento, denunció la excesiva prisión preventiva y que las decisiones judiciales que la ordenaron no estaban suficientemente motivadas.
La sentencia señala que «la privación de libertad en litigio no fue proporcionada», por lo que hubo vulneración del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Concluye que una medida favorable al demandante «no es suficiente en principio para privarlo de la calidad de víctima», excepto si las autoridades nacionales reconocen, explícita o sustancialmente, reparar la vulneración
Añade el fallo del Tribunal de Estrasburgo que «la detención de voces críticas genera efectos negativos múltiples», como «un efecto disuasivo sobre la libertad de expresión, intimidando a la sociedad civil y silenciando a las voces divergentes».
Participaron como terceras partes el ponente especial de la ONU sobre libertad de expresión y la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, que criticaron el alto número de periodistas encarcelados, «210, sin contar con los puestos en libertad tras declarar». EFE