La Biblioteca Nacional del Perú comparte sus joyas patrimoniales y miles de obras contemporáneas a través de Google Arte & Cultura, podcast, radio y llamadas telefónicas a un público que ha encontrado nuevas formas de disfrutar de la lectura, en la celebración de sus 200 años de creación.
«La Biblioteca Nacional es la primera institución cultural republicana, se crea el 28 de agosto de 1821, apenas un mes más tarde» que la independencia del Perú, declaró a Efe el jefe institucional de la entidad, Ezio Neyra.
El edificio se levantó en el local del antigüo colegio San Pablo, en el centro histórico de Lima, y sus primeras colecciones fueron parte de los fondos bibliográficos de este centro de estudios, pero también «parte de los primeros libros provenían de la biblioteca privada del libertador (José de) San Martín», indicó Neyra.
A lo largo de su historia, la biblioteca pasó al menos dos hechos «graves» y «traumáticos» que fueron «los saqueos que ocurrieron (…) durante la ocupación del ejército chileno en Lima», en la guerra del Pacífico (1879-1883), y el incendio que sufrió en 1943, recordó.
El historiador y exministro Jorge Basadre lideró la reconstrucción del edificio y creó la revista Fénix, que se publica hasta la fecha y recoge la resiliencia que ha demostrado la biblioteca nacional.
ATRAER A LOS NUEVOS LECTORES
A propósito de su bicentenario y en un nuevo edificio desde 2006, sus responsables han desarrollado más de 30 acciones o programas para dar mayor disponibilidad y acceso a la ciudadanía del patrimonio que guarda.
Desde este año, la Biblioteca Nacional tiene un perfil con diferentes exposiciones en la plataforma digital Google Arte y Cultura, un espacio ideal para su difusión dado que 12 millones de personas visitan esta plataforma de manera mensual.
«Otro desarrollo que hicimos en esa línea es el portal Memoria Perú, que permite el acceso a 15 micrositios (…) y facilitan una inmersión a profundidad en diferentes temas, que han ido componiendo nuestra historia cultural, social, artística, intelectual y política», indicó Neyra.
Asimismo, la antigüa biblioteca conserva manuscritos de los siglos XVI al XIX que han logrado poner a disposición de los lectores, después de un proceso de transcripción al idioma actual hecho por aficionados voluntarios.
Neyra relató que empezaron el año pasado con las denominadas «transcriptones» y que fueron «realmente un éxito».
«La cantidad de personas que participaron ya propiamente transcribiendo fue muy emocionante», anotó.
De esa forma, hasta la fecha «hemos puesto aproximadamente 880 manuscritos históricos diferentes» a disposición del público, pasando por autoras mujeres o textos relacionados al proceso de la independencia.
«LEER» POR TELÉFONO, PODCAST O TIKTOK
Otro producto lanzado es el «Aló BNP», dirigido especialmente a adultos mayores y personas con discapacidad que desean que alguien les lea, por teléfono, un capítulo de una novela o un artículo de una revista de actualidad.
«Yo mismo he sido voluntario para dos de las campañas y es muy emocionante tener este contacto de uno a uno, donde se comparte no sólo lecturas, sino emociones e historias», declaró el jefe institucional.
Lo que más piden los lectores de la Biblioteca Nacional son cuentos y fragmentos de novelas, así como artículos de publicaciones periodísticas.
En los entornos digitales, la biblioteca incursionó en Spotify, Ivoox, Youtube y Tik Tok, siguiendo un enfoque multimodalidad para atraer a la mayor cantidad de usuarios y de todas las edades.
Así, han lanzado cuatro podcasts con más de 50 episodios, y en la plataforma BNP digital tienen 75.000 materiales digitalizados, entre los cuales se encuentran los títulos de Memoria Perú y las exposiciones colgadas en Google Arte & Cultura.
De forma simultánea al acceso remoto, la biblioteca inauguró su primera infraestructura fuera de Lima en la ciudad de Cutervo, en la región norteña de Cajamarca, y confía en abrir locales similares en cada una de las 25 regiones del país.
Igualmente, ha lanzado una red de bibliotecas móviles en Lima, Piura e Ica para que brinde «servicios de valor, pertinentes y relevantes para la gente», así como una red de 50 radios que retransmiten los contenidos compartidos en sus redes sociales.
Fuente: EFE- Mónica Martínez