Este 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe de Estado en Chile, que terminó de forma violenta con el Gobierno democrático de Salvador Allende.
La invasión de los militares al Palacio de la Moneda y el bombardeo del edificio en 1973, además de la muerte del presidente Allende, marcaron el inicio de una sangrienta dictadura militar.
Aquella acción armada marcó el fin del Gobierno de la Unidad Popular y estableció una junta militar liderada por el dictador Augusto Pinochet. 3.000 asesinatos y 40.000 desaparecidos son parte de las consecuencias del régimen que se extendió por casi dos décadas, hasta 1990.
Las repercusiones de la ruptura institucional en Chile llegan hasta el presente, cuando se siguen desclasificando documentos que revelan la barbarie de los militares contra la población civil.
«En 1973 se vivía un momento muy complejo, la sociedad estaba muy polarizada y existió un desorden institucional no sólo provocado por la izquierda sino también por la derecha», recordó Javiera Arce, magíster y licenciada en Ciencia Política, activista por los derechos civiles y políticos de las mujeres e integrante de la red de politólogas.
«El empresariado comenzó a capturar bienes básicos como los alimentos, y eso generó mucho malestar en la población y el clima se enrareció hasta que la Junta Militar fue con todo contra la institucionalidad», señaló.
Para Arce, un elemento «brutal es constatar cómo hasta hoy existe el miedo que dejó la dictadura a la política, a expresar las ideas sin quedarte viendo como un bicho raro».
«El dictador Pinochet le echó la culpa a la ideología de izquierda por los extremismos a los que aparentemente se había llegado. Pero en realidad Allende pretendía hacer un socialismo democrático, una vía chilena de socialismo y en ningún caso se pretendía avanzar hacia la eliminación de los poderes del Estado y generar una dictadura del proletariado», explicó la experta.
Arce entiende que en su país persiste «una deuda que no está saldada ni la herida que sufrió la democracia está recuperada». Esto se debe a que la nación «aún no ancló el sistema sino que este quedó desanclado por culpa de las élites políticas y empresariales que construyeron una transición democrática entre ellas».
Una multitudinaria movilización denominada «La gran marcha por los Derechos Humanos» se inició a pocos metros del Palacio de la Moneda, dando inicio a la conmemoración y homenaje a las víctimas del Golpe de Estado perpetrado por Augusto Pinochet contra el Gobierno democrático de Salvador Allende.
Texto: Con información de CNN / Télam y Milenio
Foto: Télam
Video: Radio Cooperativa