En su película ‘Fue la mano de Dios’, el director italiano Paolo Sorrentino relata cómo se salvó de la muerte gracias a su fanatismo por el jugador argentino Diego Maradona. El filme fue estrenado con éxito en el Festival de Cine de Venecia, donde obtuvo el premio del jurado, el León de Plata.
Sorrentino hace un recorrido personal y cuenta su historia más íntima: la tragedia del fallecimiento de sus padres por causa de una fuga de gas cuando él había asistido a un partido de fútbol para ver a su gran ídolo, Maradona.
De adolescente, el cineasta era un chico apasionado por la leyenda argentina del fútbol, era la década de los 80 y Maradona había sido fichado por el equipo italiano Nápoli. Entusiasmado e inquieto por ver a su ídolo, Sorrentino le pedía permiso a sus padres para ir a alentarlo. No se perdía ninguno de los encuentros de local, pero pretendía ir más allá y acompañarlo en otras ciudades cuando el equipo jugaba de visitante.
Sus padres terminaron cediendo ante la insistencia y le permitieron asistir a un partido que se disputaba en la ciudad de Empoli (oeste), mientras ellos se disponían a pasar un fin de semana de veraneo en una casa en Roccaraso.
Fue allí que «hubo una fuga de gas y fallecieron mientras dormían», dijo Sorrentino sobre la tragedia a La Tercera. A sus 17 años, el director y sus dos hermanos, Marco y Daniela, perdieron a sus padres en este accidente doméstico.
Sorrentino le agradece a su pasión por Maradona haberse salvado: «Salvé mi vida gracias a Maradona».
Ahora vuelca todo su sentir en esta historia que lo guió a recibir el León de Plata – Gran Premio del Jurado —reconocimiento que se otorga al mejor director en competición— , el segundo galardón más importante del prestigioso festival anual en la ciudad de Venecia, que se llevó a cabo entre el 1 y el 11 de septiembre.
No es la primera vez que el italiano es galardonado. Sorrentino obtuvo un Óscar a la mejor película extranjera de habla no inglesa por La gran belleza, en la 86 edición de los Premios de la Academia, celebrada en 2014.
El filme dedicado a Maradona está ambientado en la ciudad natal del director, Nápoles — al sur de Italia—, en los tiempos en los que el futbolista estaba omnipresente en la ciudad dado que era la nueva incorporación del equipo local.
Su historia la encarna el personaje Fabietto Schiesa (Filippo Scotti) a quien la llegada del aclamado futbolista le trae sorpresas, alegrías por tener un acercamiento con el futbolista y tristezas, por la inesperada tragedia. (Sputnik)
Texto: WAV / Agencias
Foto: FIFA
Video: Canal YouTube Netflix
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