El último terremoto de 7.1 de intensidad en Acapulco (México) puso de manifiesto el peligro que, de producirse en Lima, un movimiento telúrico de parecida intensidad, sería la tumba de miles por encontrarse en una zona sísmica.
De acuerdo a los estudios de los especialistas los distritos vulnerables son La Victoria, Barrios Altos, Rímac y Chorrillos. Las ruinosas viviendas que tienen muchos años de haberse construido no soportarían un movimiento sísmico de grado 8.
El tradicional barrio bajopontino creció en urbanizaciones modernas y seguras pero el casco céntrico mantiene sus viejas estructuras con edificaciones de adobe, barro, y quincha principalmente en la zona aledaña al Jirón Trujillo.
Una de las zonas comerciales del barrio rimense es justamente el Jr. Trujillo que está ubicado a escasos metros de Palacio de Gobierno. Sus balcones coloniales de milagro se sostienen en pie.
En la cuadra dos de la Avenida Francisco Pizarro donde funcionaba la Asistencia Pública fue declarada por Defensa Civil como inmueble inhabitable. Un cartelito advertía el peligro, pero en los meses de pandemia el aviso desapareció y sus viejas estructuras es actualmente una zona donde se dedican a la construcción de muebles de acero.
En toda la franja de la Avenida Francisco Pizarro un poco que el paisaje ha cambiado. Por lo menos tres cuadras se levantaron construcciones nobles donde se comercializa productos, uniformes y demás enseres que utiliza la Policía Nacional.
Sin embargo, todavía sobreviven casonas y callejones que no ofrecen seguridad y pueden convertirse en trampas mortales si un sismo, por ejemplo, sorprende a sus habitantes en horas de la noche.
No existe programas de viviendas en el Rímac. Los que deberían ser beneficiados no tienen recursos económicos para acceder a una vivienda en los condominios, tan de moda por estos años.
Texto y fotos: Hugo Laredo Medina
Crónica Viva