FRÁNCFORT.– La Feria del Libro de Fráncfort y el Gremio de Editores han lamentado las protestas derivadas de la presencia de editoriales cercanas a la ultraderecha y justificado su inclusión entre los expositores en la libertad de expresión.
«La libertad de expresión y publicación son prioritarias para nosotros. Son el fundamento para la democracia y para la existencia de la Feria del Libro«, se afirma en un comunicado conjunto, ante la serie de escritores que han declinado su asistencia por esa razón.
La «Buchmesse», denominación en alemán de la Feria, y el Gremio de Editores «están comprometidos con una sociedad tolerante y respetuosa, distanciada de posiciones extremas», prosigue el texto. Pero la prohibición de editoriales o publicaciones de este espectro «corresponde a la Justicia», concluye.
El comunicado, emitido en la primera jornada de la feria, que fue inaugurada formalmente ayer, sigue a la situación creada por la cancelación de su visita de varios escritores.
La primera decisión en este sentido procedió de la escritora Jasmina Kuhnke, quien acudía a Fráncfort para presentar su novela «Corazón negro», pero que desistió porque el acto iba a realizarse en un escenario cercano a donde están varias editoriales de ultraderecha.
A esta decisión siguió la de las artistas de origen africano Annabelle Mandeng y Nikeata Thompson, que también cancelaron su visita a la Buchmesse, el mayor escaparate de Europa de la industria editorial, con cerca de 2.000 expositores de 80 países.
En la conferencia de prensa previa a la inauguración, el director de la Feria, Jürgen Boos, apeló ya a la libertad de opinión y publicación, preguntado por las protestas de los autores que sufren amenazas racistas.
El caso más destacado de editoriales afines a la ultraderecha es «Antaios», propiedad de Götz Kubischeck, fundador del llamado Movimiento Identitario, considerado como contrario a la Constitución alemana. EFE