LIMA.- El complejo arqueológico de Chan Chan, la ciudad de barro más grande de América, volvió a sorprender a los arqueólogos con el reciente hallazgo de una fosa con restos óseos de 25 individuos de la cultura Chimú, sus antiguos habitantes, que corresponden en su mayoría a mujeres que no superan los 30 años.
Los investigadores de este sitio arqueológico, ubicado en la norteña región peruana de La Libertad y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, documentaron en octubre pasado un contexto funerario múltiple en las excavaciones del conjunto amurallado Utzh An o Casa Grande, en el idioma chimú.
En una pequeña área de tan solo 10 metros cuadrados, se encontraron apilados 25 restos óseos humanos de la civilización Chimú, heredera del pasado mochica, que dominó la costa norte peruana entre los siglos XII y XV, hasta que fue conquistada por los incas cuando su líder Minchancaman fue derrotado por Pachacútec.
Entre los cadáveres hallados, que datan de los años 1100-1300 d.C, figuran al menos dos niños, algún hombre y varias mujeres, con la peculiaridad de que la mayoría no supera los 30 años de edad y sus cuerpos aparecen sentados, con las piernas flexionadas.
Así lo reveló en una entrevista con Efe Jhon Juárez, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de La Libertad, quien detalló que la disposición de los cadáveres recrea «lo que estas personas realizaban en su vida cotidiana» en la ciudad de Chan Chan, considerada hoy uno de los vestigios más importantes del Antiguo Perú.
«Se trata aparentemente de mujeres que estaban en una actividad de textilería», declaró Juárez, quien precisó que a las osamentas las acompañaban utensilios relacionados con esta actividad, como agujas, husos y tizas, además de decenas de formas de cerámica de diversos tamaños.
TUMBA COLECTIVA
De acuerdo con los datos preliminares del equipo que explora cada milímetro del terreno, este espacio ubicado en una explanada del muro sur, a pesar de carecer de arquitectura funeraria, respondería a una suerte de necrópolis colectiva y no tanto a un lugar de sacrificio.
«Aún cuando la evaluación preliminar de tales restos no han llegado a evidenciar la causa de fallecimiento, no es posible sostener que se trate de personas sacrificadas», destacó en un comunicado el arqueólogo responsable, Jorge Meneses.
Las hipótesis iniciales estiman, más bien, que se trataría de entierros primarios y secundarios, es decir, de un conjunto de cadáveres que mantiene su posición anatómica original, pero también de otro grupo de restos óseos que habría sido reubicado y manipulado en este sector.
«Hay cadáveres con huesos dispersos y con una coloración particular, blanquecida, que da la impresión de que en algún momento fueron expuestos en la intemperie y que han sido reubicados a partir de la cosmovisión que manejaban los Chimú», especificó Juárez.
Lo más sorprendente de este nuevo hallazgo, agregó, es que los investigadores pensaban que los antiguos habitantes de Chan Chan habrían dedicado un espacio más aislado y concreto al entierro de sus difuntos.
«No se pensaba que en áreas contiguas a los muros había este tipo de contextos funerarios. Se creía que había un sector en particular, pero estamos viendo que no es así», relató el titular de la DDC La Libertad.
INVERSIONES FRUCTÍFERAS
El descubrimiento de este contexto funerario se dio en el marco de la cuarta temporada de los trabajos de conservación e investigación arqueológica que desde 2017 se ejecutan en Utzh An y que este año demandaron una inversión que supera los 629.000 soles (unos 2 157.000 dólares).
Desde que se inició el proyecto, las investigaciones han sorprendido año tras año a los arqueólogos, que primero encontraron el muro norte y en 2018 un total de 19 estatuillas antropomorfas de madera y un corredor decorado con relieves de barro.
Para Juárez, la fosa recientemente hallada «demuestra que la inversión que está haciendo el Estado está rindiendo sus frutos», algo que compartió en un comunicado la ministra de Cultura, Gisela Ortiz, quien agregó que también «contribuye a fortalecer la identidad nacional».
En la actualidad, el sitio arqueológico de Chan Chan está cerca de la ciudad de Trujillo, a unos 570 kilómetros al norte de Lima, y se calcula que el lugar albergó en su época de máximo esplendor hasta 60.000 habitantes en una superficie de 1.400 hectáreas, donde se construyeron palacios, centros administrativos y templos con forma piramidal con paredes decoradas. EFE