La Unesco celebró este viernes su 75 aniversario con el objetivo de mostrar que su labor es más necesaria que nunca, en un mundo donde continuamente surgen nuevos retos que requieren la cooperación global.
La Unesco ofrece «una plataforma única de diálogo», afirmó su directora general, la francesa Audrey Azoulay, al cerrar una ceremonia en la que recalcó que esta organización intergubernamental «está alimentada por la riqueza de voces de la sociedad civil».
Entre sus acciones claves destacan la lucha inicial contra el racismo y el antisemistismo, el trabajo para salvar los antiguos templos egipcios de Abu Simbel o la protección del medio ambiente y del patrimonio inmaterial que forja nuestras identidades.
Azoulay destacó igualmente cómo «ha liderado la lucha por la educación» igualitaria de las niñas y contra el tráfico de bienes culturales, mientras asume nuevos retos como coordinar la preparación ante los peligros de las nuevas tecnologías.
Creada en 1945, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) no pudo celebrar su 75 aniversario el año pasado por la pandemia, por lo que trasladó la conmemoración a la 41 Conferencia General que comenzó esta semana.
UNA RELEVANCIA QUE SE MANTIENE
En un mundo que precisa más que nunca cooperar en ciencia por la pandemia, proteger el medioambiente ante el cambio climático o luchar por la igualdad de género, este organismo que promueve el desarrollo científico global, tiene la red de reservas de la biosfera y geoparques y fomenta la educación igualitaria sigue siendo relevante, coincidieron varios asistentes.
«Su papel es más fundamental que nunca», afirmó en este sentido el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje por vídeo.
La conmemoración, en la sede parisina que la organización ocupa desde 1958, entrelazó intervenciones de responsables internacionales con interpretaciones musicales en directo de distintas regiones del mundo, con aportaciones en vídeo como la del chelista chino Yo-Yo Ma.
El presidente de Liberia, la antigua estrella del fútbol George Weah, destacó especialmente la promoción de la educación igualitaria de las niñas, que deben «tener acceso al conocimiento y formación si el mundo quiere alcanzar todo su potencial».
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, reconoció los «logros extraordinarios» de la Unesco, aunque pidió seguir trabajando para «orientar el progreso científico hacia el progreso social».
«La pandemia de covid nos ha recordado el valor incalculable de la ciencia, que ha sido la que nos ha ofrecida la salida», aunque «seguimos sin acceso universal equitativo a esas vacunas», añadió.
En un mensaje grabado, el Papa Francisco agradeció a la Unesco su trabajo «en defensa de las personas y del patrimonio cultural de la Humanidad».
En la celebración se recordó el trabajo que encabeza y coordina actualmente el organismo con países y entidades privadas para reconstruir la ciudad antigua de Mosul (Irak), con importantes templos del siglo XII, destruida por los yihadistas del Dáesh en 2017.
«Pocas organizaciones pueden ser tan eficaces», afirmó ante la audiencia el actor Forest Whitaker, embajador de la Unesco para la Paz y la Reconciliación, que recordó el trabajo de la organización por la educación en países en desarrollo para generar «dignidad, igualdad y respeto mutuo».
«En un mundo que se transforma permanentemente, vuestra organización ha demostrado que sabe adaptarse a los nuevos desafíos», afirmó el primer ministro francés, Jean Castex, quien evocó la labor en defensa de la libertad de prensa y el pluralismo de la información.
HACIA EL FUTURO
Dentro de su Conferencia General, la Unesco prevé aprobar en dos semanas una Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial con la que busca ofrecer a los países una herramienta de base para legislar en favor de la protección de los ciudadanos en este campo.
«La digitalización nos ayuda a avanzar pero también conlleva múltiples riesgos», alertó Sánchez al respecto.
Se trata del mismo esquema que la organización ha seguido con otros documentos clave sobre avances técnicos o científicos, como sus declaraciones universales sobre el Genoma Humano (1997) o Biotética (2005).
El próximo gran reto que afronta Azoulay en su recién estrenado segundo mandato será lograr el retorno a la organización de Estados Unidos e Israel, que la abandonaron en 2019 por lo que consideraban su politización en favor de Palestina.
La directora general mostró el pasado martes su optimismo sobre el retorno de EE.UU. (el mayor contribuyente al presupuesto de la Unesco): «Es un proceso complejo, pero el diálogo es muy positivo», dijo nada más ser reelegida.
Azoulay cerró la celebración con una nota de esperanza al citar a Pablo Neruda: «Me queda una fe absoluta en el destino humano». EFE