JERUSALÉN.- El juicio contra el exprimer ministro israelí Benjamín Netanyahu se reanudó hoy con la importante declaración del principal testigo del caso, Nir Hefetz, su exayudante y confidente.
Netanyahu, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos separados, acudió el lunes ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén, donde se retomaba el proceso judicial iniciado hace un año y medio y que ha sufrido numerosos aplazamientos en los últimos seis meses.
El exprimer ministro apareció hoy ante la corte por cuarta vez desde que comenzó el juicio en esta vista, que se aplazó la semana pasada, en que testificó por primera vez Herfetz, quien habló de las estratagemas de Netanyahu para conseguir una cobertura favorable de los medios y sus lazos personales con magnates de la comunicación.
Herfetz es el testigo clave del caso 4000 o caso Bezeq, el más grave de los tres que tiene abiertos, en el que se le imputa haber hecho favores al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura favorable sobre él y su familia en el popular digital de noticias Walla, ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch.
El exasesor de Netanyahu -convertido hoy en testigo crucial del Estado contra él- declaró hoy que el magnate Elovitch le proporcionó información destinada a Netanyahu sobre quién debería servir como ministro de Comunicaciones en 2014.
El interés de Elovitch en quién ostentaría esa cartera se debía a un posible acuerdo de fusión entre su compañía Bezeq y la compañía satelital Yes, que le reportaría al magnate de las telecomunicaciones millones de dólares y necesitaría la aprobación del Ministerio.
La cartera de comunicaciones fue asumida finalmente por el propio Netanyahu al frente del gobierno, quien era la elección preferida de Elovitch en su lista de candidatos potenciales.
Hefetz también afirmó que Elovitch le pidió en varias ocasiones que transmitiera mensajes para Netanyahu, quien estaba «cien por cien» al tanto de lo que ocurría, aunque el exprimer ministro ha insistido en que no era consciente de esas negociaciones en su nombre con Elovitch y Hefetz de intermediario.
«La preocupación de Netanyahu por los asuntos relacionados con los medios de comunicación era casi la misma que por los asuntos de seguridad», señaló hoy Hefetz.
«Netanyahu es mucho más que un fanático del control. Cuando se trata de asuntos relacionados con los medios de comunicación, quiere saberlo todo, hasta los detalles remotos», añadió.
Además del caso 4000 o Bezeq, Netanyahu tiene abiertos los conocidos como casos 1000 y 2000. El primero se debe a supuestamente aceptar regalos caros de millonarios para él y su familia, por valor de hasta un millón de shéqueles (unos 260.000 euros) a cambio de favores.
El segundo por intentar pactar con el editor de un popular diario local, el Yediot Aharonot, para lograr una cobertura más positiva sobre él a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito y oficialista Israel Hayom. EFE