BARRANQUILLA/Colombia.- La ministra de Justicia de España, Pilar Llop, considera que una sociedad para ser sólida tiene que construirse siempre desde abajo y con dos ingredientes fundamentales: la igualdad entre hombres y mujeres y la democracia.
Llop, que acompaña al rey Felipe VI en Barranquilla, donde este viernes interviene en la clausura del XXVII Congreso Bienal de la Asociación Mundial de Juristas (WJA, sigla en inglés), asegura que la situación de las mujeres en todo el mundo es motivo de preocupación.
«Sabemos que vivimos en sociedades que todavía están muy estereotipadas, en donde existen muchas discriminaciones hacia las mujeres», dijo la ministra, especialista en violencia de género, en una entrevista con Efe.
Señaló sin embargo que ese panorama empieza a cambiar en algunos países por el esfuerzo de gobiernos, de la sociedad civil y de las propias organizaciones de mujeres para «desarrollar sociedades más amables, sociedades más democráticas y más igualitarias».
EXPERIENCIAS DURAS
En otros, en cambio, la situación de la mujer es muy diferente por sus singularidades, como es el caso de Afganistán, donde el regreso de los talibanes al poder ha supuesto un retroceso en materia de derechos y libertades, o incluso en Colombia, donde las mujeres han sido de las mayores víctimas del conflicto armado interno.
Son esas, según la ministra, experiencias o realidades «muy duras» para las mujeres y que «afectan directamente a sus derechos más fundamentales, a su dignidad, y eso lo que nos enseña es que las democracias y el Estado de derecho nunca se pueden construir desde arriba implantando artificialmente sistemas o modelos, sino que se tienen que construir desde abajo trabajando en comunidad».
«Y en la comunidad quienes están son las mujeres, que son quienes al final transmiten los valores a otras nuevas generaciones», de ahí la importancia de su papel en la sociedad.
Por eso, Llop, que fue delegada del gobierno para la Violencia de Género, subraya «que el progreso, el avance, el mirar hacia el futuro lo tenemos que compartir equitativamente hombres y mujeres, pero también lo tenemos que compartir equitativamente distintas generaciones».
«Únicamente avanzando conjuntamente en igualdad, avanzado en democracia es como vamos a poder construir unas sociedades sólidas», enfatiza.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
La ministra considera que, a pesar de los avance logrados en materia de igualdad de género, la violencia machista persiste porque «la desigualdad es muy estructural» y todas las desigualdades «generan comportamientos violentos».
«Es algo tan estructural que lo que necesitamos es desmontar a través de políticas públicas, a través del trabajo en comunidad» e implantar «políticas que provoquen la igualdad», afirma, y pone como ejemplo los avances de España en ese campo.
«En España hemos desarrollado en el ámbito laboral, por poner un ejemplo, una norma muy importante que es la de la igualdad salarial, la igualdad en el empleo y la ocupación, transparencia salarial, planes de igualdad en empresas con más de 50 trabajadores, licencias igualitarias para el cuidado de los hijos, licencias por maternidad y paternidad, que lo que pretenden es que las mujeres sean emancipadas», explica.
Por eso insiste en la necesidad de «ir a la raíz y erradicar la desigualdad (…) para, a partir de ahí, poder construir nuevamente ya una sociedad mucho más sana democráticamente, en la que las mujeres puedan «decidir cómo quieren desarrollar su presente y como quieren también planificar su futuro». EFE