ROMA.- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó hoy que el euro ha fortalecido a los europeos ante las crisis, también la de la pandemia de coronavirus, cuando se cumple el vigésimo aniversario de la entrada en funcionamiento de la moneda única europea.
«Sin duda, el euro nos ha hecho más fuertes. Desde la adopción de la moneda única, contamos con mejores herramientas para la gestión de las crisis. Las recientes situaciones habrían sido mucho más graves si no hubiera sido por la estabilidad y la integración que el euro ha asegurado en el mercado único», escribió Lagarde en un artículo publicado este viernes en varios periódicos europeos, entre ellos el italiano Corriere della Sera.
«En momentos críticos, como la pandemia, la moneda única ha sido fundamental para coordinar las distintas respuestas en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) es el guardián del euro y trabajamos duro para proteger nuestra moneda única», añadió.
La presidenta del BCE sostuvo que «el euro ha contribuido al sentimiento de unidad entre los europeos» y recordó que «la última encuesta del eurobarómetro, cuando se preguntó sobre el significado de la Unión Europea para los ciudadanos, el 41 % respondió asociándolo con el euro».
«La moneda única ocupaba el segundo lugar después de la libertad de circulación. Está claro que el euro y Europa son ahora inseparables. Y para los jóvenes europeos, que siempre han conocido solo la moneda única, debe ser prácticamente imposible imaginar Europa sin el euro», argumentó.
Mencionó que, entre 1990 y 2002, «el comercio entre los países que luego se unirían a la zona del euro aumentó menos del 5 %, mientras que creció alrededor del 200 % desde la introducción de la moneda única», y que otro de los beneficios derivados ha sido la mayor circulación de los ciudadanos, que se pueden mover entre países sin cambiar de divisa.
En el artículo, Lagarde aprovechó para contar una anécdota del 1 de enero del 2002, cuando doce Estados pusieron en circulación billetes y monedas en euros: aquella medianoche, se acercó a un cajero de Normandía, en Francia, junto con familiares y amigos para tocarlos.
Algunos de sus amigos apostaron a que los euros no estarían disponibles porque el cambio a la nueva moneda sobrecargaría las máquinas, pero el cajero les dio euros: «En aquella fría tarde de hace veinte años en Normandía, no podría haber imaginado que salvaguardar el euro se convertiría en mi trabajo a tiempo completo», escribió.
Desde entonces, «la zona del euro ha crecido cada vez más y esos doce países se han convertido en 19, con más de 340 millones de ciudadanos que comparten la misma moneda a pesar de diferentes idiomas y culturas», concluyó. EFE