Lucía Legorreta
El buen dormir está íntimamente relacionado con la longevidad, el descanso y el rendimiento óptimo.
Todos necesitamos descansar para tener una vida equilibrada y saludable. Tras un día de trabajo, tensiones e irritabilidad, hay cansancio, y debemos saber descansar correctamente.
Por definición, se debe hacer una pausa en el trabajo o en otra actividad para reponerse cuando se está cansado. Descansar proporciona tranquilidad o alivio de una preocupación o dolor.
Te has preguntado ¿Cuál es tu actitud ante el descanso? ¿Lo haces? O bien, ¿no te lo permites? Existen dos extremos en el descanso: uno consiste en descuidarlo o despreciarlo pensando que no se necesita, o que descansar es falta de fortaleza.
Despreciarlo implica no conocer la condición humana, ya que algunas veces puede ser una forma de soberbia o de desorden. Cometemos el error de pensar que se nos juzga por el número de cosas que hacemos y no por el amor que ponemos en cada una de ellas. El otro extremo es excederse en el descanso.
Hay que aprender a descansar y tomar en cuenta que, tras una excesiva irritabilidad, estrés, ansiedad, susceptibilidad viene el cansancio y hay que reponerse.
No se debe identificar el descanso con la inactividad. El primero implica cambiar de ocupación: leer, hace deporte, estudiar, tomar un curso, practicar algún instrumento, ver una película, o muchas actividades más. Es gozar con lo que tenemos y nos gusta, hacerlo con nuestros amigos o familia.
Reflexiona que descansar no es promover la flojera y tampoco es una pérdida de tiempo, es simplemente disfrutar de momentos ordinarios y convertirlos en extraordinarios.
Vivimos en una sociedad en que estar sin hacer algo significa estar aburrido, tenemos que estar haciendo algo o bien estar acompañados. No sabemos estar solos o en silencio.
El descanso no es aburrimiento, este último es el cansancio o fastidio causado por disgustos o molestias, o por no tener nada que divierta o distraiga.
Y no solo eso, el estar aburrido puede llevarte a hacer cosas que perjudiquen tus propios intereses: fumar, tomar, comer en exceso, diversiones extremas y seguir a los otros sin rumbo fijo.
Vayamos un poco más al fondo. La persona aburrida no tiene un proyecto de vida definido. Debe plantearse en qué se va a preparar para afrontar la vida, disfrutar esa actividad, ser feliz y útil a los demás.
Debemos evitar el tedio, que puede invadirnos por realizar actividades rutinarias, hacer lo mismo cada día y sentirnos vacíos e insatisfechos con nuestra vida. Aquí hay que reflexionar y decidir: si ahora me siento aburrido con lo que hago, ¿qué pasará dentro de diez años?, ¿qué debo cambiar en mi vida para romper con el tedio, con el aburrimiento?
Los beneficios de un buen descanso son muchos y han sido estudiados por expertos, a través de las actividades que ya mencionamos, las cuales disfrutamos y nos relajan. Y muy importante es el tema del sueño. El buen dormir está íntimamente relacionado con la longevidad, el descanso y el rendimiento óptimo.
Dormir de forma adecuada y descansar lo suficiente ayuda al sistema inmune, baja la presión sanguínea, disminuye los niveles de estrés, reduce la inflamación corporal, ayuda a la concentración y a la capacidad de aprender. Y sobre todo, ayuda a tener una gran energía y buen humor. ¿Cómo está el tema del descanso en tu vida diaria?