De Ormeño, Honores, Valdivieso, Soriano y Asca…a Pedro Gallese

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Tenía unas enormes manos y llegó a medir 1,94. Como arquero que fue Walter Ormeño Arango (1926-2020) le resultaba fácil atenazar una pelota con una sola. Los hinchas limeños le decían “Superman” porque volaba de palo a palo. Pero cuando lo hizo el Colombia donde jugó por el Huracán de Medellín lo apodaron “Gulliver” y en México el “Gigante de Ébano”. Boca Juniors también lo tuvo en sus filas y un día se fue a México donde se afincó para siempre como que vivió 51 años hasta los 93 en que emprendió el vuelo sin retorno ya nacionalizado mexicano. Eterno triunfador como jugador y entrenador. En México dejó un récord que ningún DT luce hoy: dirigir al América, Pumas, Cruz Azul y Chivas, los cuatro grandes.

Otro arquero con rica historia fue don Juan Valdivieso Padilla (1910-2007) que estuvo en el primer Mundial del 30 y en las Olimpiadas de Berlín en 1936 además de defender los colores de Alianza Lima. Fue un verdadero ataja penales en la década del 30 además de ser un trompeador de primera. Cuentan que en un partido jugado en Chile noqueó de un delantero que lo había fouleado. Fue padre de Luis Valdivieso, ministro de Economía (2008-2009).

Joya, Spencer, Chale, Aguinaga a propósito del Perú vs. Ecuador

De don José Soriano Barco (1917-2011) se puede decir que se adelantó al tiempo. Un típico arquero ‘líbero’ porque le gustaba adelantarse en su arco y, pegadito a sus centrales de River Plate -donde triunfó no solo como su capitán, sino que por su lealtad con su rival de ahí que le llamaron el caballero del deporte- anulaba las entradas por el centro de sus atacantes. Con Soriano ocurrió un hecho histórico: nunca jugó en ningún equipo peruano de Primera.  De Chiclayo, su tierra se fue al River y fue sensación por su seguridad de manos y reflejos.

Juan Honores Mostejo (1915-1990) apodado el ‘Chueco’ pero que atajó derecho, fue el primer arquero peruano que abrió las puertas a sus colegas compatriotas en el fútbol argentino donde él actuó en Newells’ Old Boys y Platense entre 1941 al 45.

Rafael Asca Palomino (1924-2017) fue un extraordinario arquero atajando por Sporting Tabaco, Sport Boys y Sporting Cristal además de la Selección. Tenía tal seguridad de manos que era difícil que una pelota le rebotara en sus manos.

Después han pasado una serie de buenos porteros como Teódulo Legario, Luis Suárez, Juan Busanich, Heraclio Paredes, Clemente Velásquez y Dimas Zegarra que llegó a tener 60 ternos en su ropero, igual número de camisas, sortijas de oro en los diez dedos de sus manos, 35 pares de zapatos talla 45 mandados a confeccionar en la famosa zapatería Vallejo del costado de Palacio de Gobierno y acabó clamando una jubilación (“por la Pensión 65”).

Hoy, el mejor representante nuestro en la portería es, sin duda, Pedro Gallese Quiroz (1990). Nadie le quita ese mérito.

Mario Fernández- Foto Twitter

 

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