BUENOS AIRES.- Al menos 23 personas murieron y decenas se encuentran internadas, algunas con cuadros de gravedad, tras consumir cocaína adulterada y sufrir severas intoxicaciones en la zona oeste del Gran Buenos Aires. El hecho genera conmoción en Argentina y abre el debate sobre la política de drogas.
De acuerdo con la información difundida por las autoridades, casi todas las personas afectadas habrían comprado las dosis de cocaína en el mismo lugar, en el asentamiento informal «Puerta 8», que se encuentra en el partido de Tres de Febrero.
Hasta el jueves 3 de febrero al mediodía, hora de Argentina, se habían recibido 214 consultas por la intoxicación, señaló en conferencia de prensa Nicolás Kreplak, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
El funcionario no descartó que «podría haber algún caso» de alguien que haya fallecido en su casa y no se haya detectado, lo que elevaría el número de muertes; pero aclaró que no tenían reportes concretos en ese sentido.
En una serie de allanamientos, las autoridades incautaron alrededor de 15.000 dosis de cocaína e investigan si pueden ser de la misma partida que causó las muertes en el conurbano bonaerense.
El jueves, en la misma conferencia de prensa en la que habló el ministro de Salud de la provincia, el jefe de asesores del gobernador Axel Kicillof, Carlos Bianco, dijo que «podría haber sido una tragedia mayor» si no se hubieran detectado otras dosis. Y consideró que «en principio hemos estabilizado la situación».
Hubo varias detenciones por parte de la Justicia de la provincia de Buenos Aires, en el marco de la investigación por la intoxicación, y de la Justicia Federal, por otro proceso –anterior– sobre narcotráfico, que podría estar relacionada con la causa de la cocaína adulterada (el narcotráfico es competencia de la Justicia Federal, no de la provincial).
OPIÁCEOS
Los fallecimientos de esta intoxicación masiva, un hecho inédito en el país, comenzaron el miércoles 2 de febrero y las autoridades no descartan que pueda subir el número de afectados.
El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires emitió un comunicado en el que llamaba a «no ingerir cocaína adquirida en las últimas 24 hs», y que en caso de haberla consumido, se debe acudir de urgencia a un centro de salud si aparecen síntomas como dificultad para respirar en aumento o una tendencia al sueño.
También, esa cartera había emitido una alerta epidemiológica a los servicios de salud, en el que se advertía de los casos, señalando que se habían identificado «casos con signos de shock, depresión del sensorio, dificultad respiratoria, excitación psicomotriz» y que «podría tratarse de intoxicación por opiáceos».
El texto sugería «evaluar la administración de Naloxona como antídoto». La Naloxona se utiliza para tratar las sobredosis con opiáceos, como el fentanilo.
Por un lado, el margen de error es muy amplio: una pequeña variación puede hacerlo mortal y, por otro lado, porque puede afectar gravemente a quienes no están habituados a la sustancia.
De todos modos, en el caso de la intoxicación masiva en Argentina aún no se sabe aún con qué se adulteró la cocaína. Aunque el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, dijo en la conferencia de prensa del jueves que se sabe que es un opioide.
Una de las hipótesis es que hubo un error de cálculo a la hora de cortar la cocaína, una práctica que utilizan los traficantes para reducir la cantidad de cocaína, en algunos casos para mejorar su margen de ganancia y en otros para modificar el efecto de la sustancia.
Otra hipótesis es la de una posible disputa entre narcos. «Puede ser que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas de traficantes», dijo Marcelo Lapardo, fiscal general del partido de San Martín, uno de los distritos afectados. «No es un error en el procesamiento del material o no parece serlo». Sin embargo, Berni descartó que se tratara de un conflicto entre bandas: «Si fuera una guerra narco no estaríamos deteniendo a los que estaban distribuyendo esta droga».
Fuente: Agencias de noticias