RÍO DE JANEIRO.- El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, afirmó hoy, un día después de que el país entró en recesión técnica, que la economía puede retomar el crecimiento aún este año.
«Ya estamos comenzando a ver una retomada, si las cosas se tranquilizan hasta el final del año, vamos a ver una retomada», dijo Levy en un discurso durante un congreso de mercados financieros celebrado en Campos de Jordão (Sao Paulo), según informaron medios locales.
La economía brasileña tuvo una retracción del 1,9% en el segundo trimestre y entró en «recesión técnica», término usado por los especialistas para definir la situación de una economía que encadena dos trimestres de crecimiento negativo.
En su discurso, Levy valoró positivamente la aportación a la economía del sector externo, por la mejoría de las exportaciones, lo que según él puede constituir un factor que reactive la producción industrial.
El ministro también opinó que Brasil no debe continuar lamentándose por el «fin de ciclo» de precios altos de las materias primas y, en una metáfora bíblica, aseguró que el país suramericano tiene que aprender a «vivir del sudor de su frente».
La recesión que afecta a la economía brasileña se ha extendido a todos los sectores productivos y ha sido fruto de fuertes caídas en la inversión y en el consumo de las familias, que sufren crecientes presiones inflacionistas y la amenaza del alza del desempleo.
Desde la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, el pasado octubre, el Gobierno ha emprendido un ajuste fiscal para corregir el déficit fiscal, uno de los principales problemas de la economía.
Ese ajuste fiscal, que engloba subidas de impuestos, un corte presupuestario y medidas restrictivas al crédito, han tenido un efecto negativo en el crecimiento económico.
No obstante, a pesar de las medidas de ahorro, el déficit en las cuentas públicas continúa agrandándose y el pasado julio aumentó un 61 % con respecto al mes anterior.
En los doce meses cerrados en julio el déficit fiscal primario, sin tener en cuenta el pago de los intereses de la deuda pública, escaló hasta el 0,89% del PIB.