WASHINGTON.- David Bennet recibió el trasplante el pasado 7 de enero y su deceso se registró dos meses después de la cirugía, en la tarde de este martes 9 de marzo. El procedimiento se efectuó gracias a los avances obtenidos sobre las herramientas de edición de genes.
Después de varias semanas de buen funcionamiento y sin signos de rechazo, la condición de David Bennet comenzó a sufrir un deterioro progresivo.
En un comunicado, el Centro Médico de la Universidad de Maryland puntualizó que el paciente recibió “cuidados paliativos compasivos” después de quedar claro que no se recuperaría.
Según la institución, el paciente pudo comunicarse con su familia en sus últimas horas de vida.
La información emitida por el hospital resalta además que “antes de dar su consentimiento para recibir el trasplante, el señor Bennet fue completamente informado de los riesgos” y beneficios del procedimiento calificado como experimental.
David Bennet ingresó en el centro médico el pasado mes de octubre, cuando el equipo de doctores decidió colocarle una máquina de circulación extracorpórea para mantenerlo con vida, al no ser elegible para un trasplante de corazón normal.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos tuvo que dar luz verde al singular procedimiento de insertar un órgano animal. “Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción”, dijo Bennet en ese entonces.
Su cirugía fue una de las primeras en demostrar la viabilidad de un trasplante de corazón de cerdo a un humano, gracias a los avances obtenidos sobre las herramientas de edición de genes.
Durante mucho tiempo, los órganos de los cerdos han estado en la mira de los científicos al tener cierta similitud con los de las personas.
En cirugías previas no se obtuvieron resultados positivos a causa de los virus que provocaban riesgo de infección y a las diferencias genéticas que generaban el rechazo del elemento insertado.
PROCEDIMIENTO VIABLE A LA FALTA DE ÓRGANOS
El entusiasmo que se experimentó con este tipo de cirugías se explica por la escasez de órganos humanos donados para trasplantes. Según la página organdonor.gov de los Estados Unidos, unos 106. 134 niños, mujeres y hombres se encuentran actualmente en la lista de espera nacional. Diariamente mueren 17 personas que aguardan un procedimiento de este tipo.
Las modificaciones genéticas abren el camino para que este tipo de cirugías sean viables. En el caso particular de David Bennet, el cerdo escogido para su trasplante había sido modificado para eliminar un gen que produce el azúcar que inicia una respuesta inmune en los humanos.
Varias empresas biotecnológicas están desarrollando órganos de este tipo de animal para trasplantes como el de la cirugía de Bennet.
Con información de agencias de noticias