Covid-19: mayor respirabilidad de las mascarillas evita fatiga respiratoria y mareos

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La ventilación pulmonar inadecuada, fatiga respiratoria y dolores de cabeza son algunos efectos de las mascarillas que se utilizan día a día para reducir los contagios del covid-19. Un equipo de expertos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) analizaron el nivel de respirabilidad de las mascarillas autorizadas en el país comprobando que, si ofrecen mayor facilidad para respirar, se pueden usar por más tiempo.

Debido a que en el Perú no existen requerimientos sobre la respirabilidad, los fabricantes nacionales siguen la norma española UNE-EN 14683. En ese sentido, para comprobar qué tan bien dejan respirar las mascarillas a sus usuarios, el Centro de Caracterización de Materiales (CAM-PUCP) de la Línea de Dispositivos Médicos PUCP, puso en marcha un dispositivo tecnológico, denominado “Testeador de diferencia de presiones en mascarilla”.

“Cuando las mascarillas presentan mayor facilidad al respirar, se pueden usar por mayor tiempo. Por ejemplo, las quirúrgicas suelen proteger mejor que las de tela, y, a algunas personas, les parecen más livianas y cómodas de usar. Por ello, su uso sería más tolerable y por tiempo más prolongado”, señaló José Sakihama, jefe del Laboratorio de Materiales de la Sección de Ingeniería Mecánica de la PUCP.

Si las mascarillas empiezan a dificultar la respiración, pueden producir una deficiente entrega de oxígeno atmosférico a la sangre. Por consecuencia, se presentará fatiga respiratoria, una inadecuada ventilación pulmonar, dolores de cabeza, mareos y podría complicar en mayor grado a pacientes diagnosticados de asma.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ser humano puede respirar hasta 60 pascales por cm2 (Pa/cm2). Si excede ese valor, ya se pueden hallar fallas en su respiración.

Pruebas con mascarillas distribuidas en el Perú

Considerando estos valores, se realizó un primer reporte a fin de que las empresas productoras de mascarillas en el Perú puedan certificar un grado de respirabilidad óptimo, garantizando la salud del usuario.

El ensayo comprende 35 muestras provenientes de siete tipos distintos de mascarillas, seleccionadas, según su nivel: Grupo I (buena respirabilidad), Grupo II (mediana respirabilidad) y Grupo III (poca respirabilidad).

“Esta evaluación halló que el 57.15% del total de mascarillas representan una buena y mediana respirabilidad; este grupo incluye a las mascarillas de tela, quirúrgicas (con cinta) y N95 (uso médico y civil). Mientras que el 42.85% restante de mascarillas superan la prueba, pero presentan poca respirabilidad; aquí se encuentran las mascarillas KN95, quirúrgicas (con elástico) y mascarillas de nanotecnología”, reveló Sakihama.

“Es muy importante llegar a un equilibrio entre las propiedades principales de las mascarillas; por ejemplo, lograr una buena respirabilidad y que puedan filtrar un porcentaje mayor o igual al 95%. No se puede hacer que filtren el 100% de partículas y que permita respirar correctamente al usuario: debe lograrse una sinergia entre la capacidad de respiración y filtración”, añadió.

En ese sentido, el  Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos -que ha medido el nivel de respirabilidad de mascarillas de diversas marcas internacionales entre 2020 y 2021- halló que, de cada 445 mascarillas en el mundo, 60 no cumplen con el nivel estipulado; es decir, el 13.5% de estas mascarillas, son rechazadas.

¿Cómo identificar la respirabilidad de una mascarilla?

“Es importante que el usuario pueda identificar cómo se siente cuando la usa. Si siente mareos, dolores de cabeza, sensación de ahogo o ansiedad, esto sería un buen indicador de que la mascarilla no está permitiendo la respirabilidad”, acotó.

El especialista también indicó que se debe revisar si la mascarilla cumple con la norma de respirabilidad y filtración. Esto se puede cotejar en el certificado impreso en la misma mascarilla o en el paquete adquirido, que debe incluir el nombre/logo de la compañía, número del lote ensayado, el nombre de la certificación (por lo general NIOSH O FPP2), la eficiencia de filtración (N95, R95, R99, P100) y el número TC o número de aprobación del certificado.

Actualmente, el Laboratorio de Materiales y el Centro de Caracterización de Materiales (CAM-PUCP) se encarga de validar los resultados de los ensayos (evaluaciones de mascarillas) para que los productores peruanos puedan obtener una certificación internacional de las mascarillas que se producen en el Perú, basados en la norma española UNE-EN 14683. Esto también les permitirá a las empresas internacionalizar sus productos.

Fuente: Andina 

 

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