Justicia turca cierra el caso Khashoggi y lo deriva a las autoridades saudíes

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ANKARA.- El tribunal de Turquía que estaba encargado de la investigación por el asesinato y desaparición del periodista Jamal Khasoggi, crítico del príncipe de Arabia Saudita, resolvió dar por cerrado el expediente y enviarlo a la justicia saudita, una decisión que será apelada por la prometida de la víctima. Esto sucede en un contexto donde Ankara y Riad tienen acercamientos políticos y económicos.

Este jueves 7 de abril, la corte de Turquía le puso el punto final a su participación en las investigaciones para esclarecer el asesinato del periodista saudí Jamal Khasoggi, quien fue desaparecido y descuartizado en octubre de 2018 luego de entrar al consulado de su país en Estambul.

El tribunal estudiaba en ausencia a 26 ciudadanos de Arabia Saudita acusados de haber sido parte del homicidio a Khashoggi, columnista del ‘Washington Post’ y ciudadano estadounidense, quien fue crítico y apuntó contra el príncipe heredero Mohamed Bin Salman.

La decisión sucede luego de que el Ministerio de Justicia sopesó la petición elevada por el fiscal encargado, el pasado 31 de marzo, para cerrar el caso alegando que los implicados permanecen en el exterior y era imposible detenerlos.

A pesar de las advertencias de los grupos de derechos humanos, quienes avisaron que facilitaría el encubrimiento de las autoridades de la nación árabe, la corte finalmente consideró que lo conveniente era trasladar el expediente a los magistrados sauditas.

Sin embargo, la decisión será apelada por Hatice Cengiz, prometida de Khashoggi, quien es crítica, denuncia que Arabia Saudita no es un país democrático y teme que sea el final de la investigación.

El país árabe ya selló el caso en septiembre de 2020, tras condenar a solo ocho de los 26 acusados. Cinco de ellos iban a ser castigados con la pena de muerte, pero luego mutó a 20 años de prisión.

“Aquí no estamos gobernados por una familia, como en Arabia Saudita. Tenemos un sistema judicial que responde a las quejas de los ciudadanos y, como tal, apelaremos”, agregó.

Cengiz fue quien reveló la desaparición de su pareja luego de que ingresara a las instalaciones del consulado de Estambul en búsqueda de la documentación para llevar a cabo su boda. El periodista nunca salió.

Gókmen Baspinar, uno de sus abogados, catalogó como ilegal la definición de los magistrados turcos. “La entrega a un país donde no hay Justicia es un ejemplo de irresponsabilidad contra el pueblo turco”, arremetió.

Otro que pronunció su repudio fue el representante de Reporteros sin Fronteras en Turquía, Erol Önderoglu, quien le expresó a EFE que es “evidente que Ankara no va a mantener la presión sobre los saudíes para el descubrimiento del horrible asesinato de Khashoggi”. También afirmó que “la Justicia se intercambia por beneficio político y económico mutuo”.

En su momento, funcionarios turcos detallaron que el periodista, cuyos restos nunca fueron encontrados, había sido desmembrado con una sierra dentro del consulado por un equipo de agentes saudíes que incluía hasta médicos forenses.

Esta instancia judicial sucede en un momento donde Ankara y Riad han estado acercando posturas para restaurar una resquebrajada relación bilateral.

Según algunos medios, dar por finiquitado el caso Khashoggi fue una de las condiciones establecidas por Arabia Saudita para mejorar los lazos con Turquía, quien afronta una crisis económica, una recesión y buscó durante meses acercarse a la potencia árabe.

Con información de agencias de noticias

 

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