MADRID.- El gobierno de Japón ha expresado su apoyo a las medidas encaminadas a reducir la dependencia del petróleo ruso, aunque ha precisado que ser adoptarán los pasos oportunos de manera gradual con el fin de minimizar el impacto sobre los hogares y empresas niponas, según ha señalado el primer ministro del país, Fumio Kishida, quien apuntó que no se abandonarán los proyectos energéticos compartidos con Moscú.
«Esta es una decisión muy difícil, pero la unidad del G-7 es lo más importante ahora», dijo Kishida en Tokio, según recoge la agencia Kyodo, tras la reunión de este fin de semana del G-7, que concluyó con el compromiso de eliminar gradualmente la dependencia de la energía rusa, incluso eliminando gradualmente o prohibiendo la importación de petróleo de este país.
«La unidad del G7 es el momento más importante y, en base a la declaración de los líderes, decidimos tomar medidas para embargar el petróleo ruso en principio», había anunciado Kishida anteriormente en su cuenta oficial de Twitter.
En este sentido, en las declaraciones realizadas este lunes, el primer ministro japonés ha asegurado que el gobierno adoptará medidas para eliminar gradualmente la dependencia de la energía rusa «de una manera que minimice los efectos adversos en la vida y las actividades comerciales de las personas», mientras que subrayó que el plan para mantener los intereses de Japón (en los proyectos compartidos) permanece sin cambios.
De este modo, Kishida no ofreció una hoja de ruta para llevar a cabo esta reducción del consumo de petróleo ruso y se limitó a subrayar que Japón reducirá o detendrá las importaciones a la luz de la realidad.
En 2021, el petróleo procedente de Rusia representó el 3,6% del total de las importaciones de crudo de Japón, por detrás del suministro proporcionado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Catar, que en conjunto proveyeron al país nipón de alrededor del 90% de sus necesidades de petróleo.
Fuente: europapress.es