El Papa Francisco ha dispuesto que todos los sacerdotes perdonen en la confesión el pecado de aborto sólo durante el Año Jubilar de la Misericordia, que será desde el 8 de diciembre del 2015 hasta el 20 de noviembre del 2016; sin embargo, esta disposición que ha tocado un tema tan polémico tiene un trasfondo que va más allá del Sumo Pontífice.
“Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”, expresa el Papa Francisco en una carta dirigida a Mons. Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.
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En este documento el primer Papa latinoamericano ha explicado los motivos por los que ha autorizado a todos los sacerdotes a conceder el perdón de este pecado que tiene como consecuencia la excomunión latae sententiaem, es decir inmediata, según decreta el Código de Derecho Canónico, documento equivalente a los estatutos de la Iglesia Católica, en el número 1398.
«(…) he decidido conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”, dispone el Papa Bergoglio en el mismo documento.
Y todo esto es porque la Iglesia Católica, a lo largo de toda su historia, ha optado por determinar y condenar los actos que atentan contra la vida, siendo uno de estos el aborto que es calificado en el número 233 del Compendio de la Doctrina social de la Iglesia Católica como “un desorden moral particularmente grave (…) amenazando peligrosamente la convivencia social justa y democrática”.
Todos somos pecadores. Dejémonos transformar por la misericordia de Dios.
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Todos estos han sido los principales motivos para que una de las iglesias más grandes a nivel mundial esté en contra de este acto que hoy en día es reclamado por miles de personas en el mundo.
Sin embargo, como dentro de su misión no pueden rechazar a ninguna persona, el número 2272 del Catecismo explica que “la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad”.
Considerando este último motivo, el Papa Francisco ha considerado conveniente permitir que todos los sacerdotes puedan perdonar el aborto durante el Año Jubilar de la Misericordia, y no sólo los obispos o los autorizados por estos, como indica el Código de Derecho Canónico, abriendo así el acercamiento de todas las personas implicadas en casos de aborto a la Iglesia Católica.
“Los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia», recomienda el Papa Francisco en su carta.
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