El director general de Tesla, Elon Musk, alegó que existe una persecución política detrás de la denuncia de acoso a una azafata contratada por SpaceX y que trabajó en su avión privado en 2016. Business Insider reveló este viernes que la acusación no prosperó tras un acuerdo por el que la compañía le pagó 250.000 dólares a cambio de su silencio. La fuente del portal es una amiga de la afectada.
El magnate Elon Musk reaccionó rápidamente a las acusaciones en su cuenta de Twitter -red social a la que está en proceso de adquirir- y alegó que la persona que dio su testimonio a Business Insider es «una activista de extrema izquierda de Los Ángeles» y que «el único objetivo (de los que sostienen la denuncia) es interferir en la compra de Twitter».
En respuesta a un usuario que lo apoyó, Musk añadió: «En mi carrera de 30 años, incluida toda la era #MeToo, no hay nada que informar, pero, tan pronto como digo que tengo la intención de restaurar la libertad de expresión en Twitter y votar por los republicanos, de repente sí lo hay».
Según el artículo de Business Insider, Elon Musk había contratado un jet privado para un viaje a Londres en 2016 y pidió un masaje como parte de los servicios disponibles para altos ejecutivos.
En medio del masaje, según la publicación, le mostró su pene en erección a la masajista -quien inicialmente había sido contratada como azafata- y le tocó sus muslos, diciéndole que si accedía a sus deseos podría «comprarle un caballo», pero ella se negó.
La azafata, cuyo nombre no fue revelado por Business Insider, fue finalmente despedida en represalia por no acceder a los deseos de Musk, por lo que ella contrató a un abogado.
En 2018, la compañía SpaceX le propuso un pago de 250.000 dólares para no llevar el caso a los tribunales y nunca más se refirió a él, siempre según el artículo.
Con información de agencias de noticias