WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este lunes en declaraciones a la prensa estadounidense que Washington no enviará sistemas de misiles de largo alcance que puedan llegar hasta Rusia, una opción que, en los últimos días, han discutido desde el Pentágono.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, ha calificado de «razonable» la decisión del presidente estadounidense de no suministrar a Ucrania sistemas de misiles que lleguen a territorio ruso.
«De lo contrario, al atacar nuestras ciudades, las Fuerzas Armadas rusas habrían cumplido su amenaza y habrían atacado los centros para tomar estas decisiones criminales», ha agregado en su cuenta de Telegram, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
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El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, avisó este sábado a Estados Unidos de que el envío de nuevos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) sería interpretado por Moscú como una «escalada del conflicto» y una provocación.
«Tenemos que verificar con cuidado esta información. De momento, partimos de las declaraciones del portavoz del Pentágono, John Kirby, en las que asegura que todavía no se ha tomado una decisión al respecto», dijo en comentarios recogidos por TASS.
Estados Unidos había comenzado a estudiar abiertamente esta posibilidad en los últimos días, según fuentes de la Casa Blanca a la cadena CNN, con la entrega de MLRS y de una versión ligera, el llamado Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS), capacitado para alcanzar objetivos a unos 300 kilómetros de distancia.
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De hecho, el primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró claramente a favor del envío de este material, siempre que sea empleado en circunstancias puramente defensivas, dado que existe el peligro de que el sistema podría disparar misiles de largo alcance que podrían alcanzar territorio ruso.
«Existe el riesgo de que tales armas se coloquen cerca de las fronteras rusas y los ucranianos tengan la oportunidad de atacar ciudades rusas. Para nosotros, sería una situación inaceptable», señaló el embajador.
«Esperamos que prevalezca el sentido común», añadió en este sentido el embajador, «y que Washington no adopte una decisión tan provocadora, porque el bombeo de armas a Ucrania aumenta significativamente los riesgos de una escalada del conflicto», zanjó.
Europa Press