Solo quedan 3.000 millones de árboles en la Tierra

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Se trata del cálculo efectuado por un equipo de 38 científicos de la universidad estadounidense de Yale (Connecticut. Cada año, los bosques pierden 10.000 millones de árboles a pesar de los trabajos de reforestación, informa la página digital del canal informativo internacional France 24.

Para los autores del artículo, en realidad hay diez veces más árboles de lo que se pensaba hasta ahora, aunque su desaparición “aumenta en caída libre”: “La estimación precedente, basada en imágenes tomadas por satélite, sentó la cifra de 400.000 millones de árboles”. El 43% de los árboles pertenece a bosques tropicales y subtropicales. La ratio por habitante del planeta es de 422 árboles/persona. Anualmente se cortan 15.000 millones de árboles, particularmente en zonas tropicales. Los científicos añaden que, desde los comienzos de la agricultura, hace aproximadamente 12.000 años, el número de árboles de la tierra ha descendido entre un 46% y un 50%.

“Casi hemos dividido por dos el número de árboles en el planeta, lo que ha afectado al clima y la salud- asegura Thomas Crowthe, director del equipo que ha efectuado la investigación- El estudio subraya hasta qué punto son necesarios más esfuerzos si queremos restaurar bosques sanos en todo el mundo”.

Para efectuar el recuento con precisión, el equipo de Crowther ha utilizado datos obtenidos por satélite combinados con 429.775 cálculos efectuados sobre el terreno en más de medio centenar de países. Las características medioambientales de las regiones (temperatura, elevación del terreno) le han permitido completar las estimaciones; para las regiones en que no se han efectuado cálculos han utilizado las tendencias de densidad en regiones similares.

Generalmente se considera que los bosques son los pulmones de la tierra y juegan un importante papel en los cambios climáticos. Los principales predadores de árboles son los grandes territorios de campos cultivables, el mercado de la madera y el del papel higiénico.

“El fenómeno de la deforestación– dicen los autores del artículo- se conoce desde hace mucho tiempo y el hecho de que contabilicemos casi exactamente el número de árboles no cambia gran cosa” porque, además, “si queremos conocer el balance medioambiental de la deforestación no hay que pensar en número de árboles desaparecidos sino en unidades de carbono”. Un árbol centenario puede contener más dióxido de carbono que diez especímenes jóvenes; por lo que la destrucción del primero tendrá un impacto mayor sobre el clima.

 

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