MADRID (España).- “Todo pasa, todo queda”, “Aquellas pequeñas cosas” o el culto al “Mediterráneo”: solo las letras de sus canciones, su prosa poética, lo elevan al firmamento.
Se llama Joan Manuel Serrat y anoche, a golpe de voz, pasión y ternura, dijo adiós a un enorme cofre de 500 canciones y 40 discos, en su concierto de despedida en el Palau Sant Jordi de Barcelona, donde 15 mil personas deliraron en ovaciones.
De aquí a un rato, será futuro, reflexionaba Serrat a Prensa Latina en una visita a Chile cinco años atrás y entonces, pareció emocionarse más de lo habitual, haciendo un repaso de su andadura y sus regresos al país austral después de estar proscrito por el dictador Augusto Pinochet.
Referente indiscutible de la canción hispanoamericana, con más de cinco décadas de trayectoria, el artista catalán cumplirá el próximo 27 de diciembre 79 años y aunque conserva sus bríos y su encanto natural para magnetizar con palabras, se despidió de los escenarios.
En febrero pasado recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, en una ceremonia en el Palacio de la Moncloa, donde Serrat admitió con humildad que se sentía feliz y emocionado, al atesorar la distinción entregada por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
“El niño eterno, a quien a partir de ahora llamaremos excelentísimo, excelentísimo músico, poeta, escritor, letrista, músico, ciudadano”, resaltó Sánchez, también mostrando su admiración por el autor de Mediterráneo, Aquellas pequeñas cosas, La mujer que yo quiero, Pueblo blanco (…).
Versiones de clásicos de Violeta Parra y Víctor Jara, y melodías a partir de poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Federico García Lorca (..), añaden más joyas a su enorme legado.
«Lo único que he hecho en mi vida es hacer lo que he querido, como lo he querido hacer y en la forma que debía hacerlo (…) y ahora mis hijos pueden verme más allá del hombre en calzoncillos en casa (…)», comentó un Serrat rodeado de familiares y amigos a propósito de recibir el lauro del estado español.
Anoche en Barcelona dejó en claro que todavía despierta amor y pasiones. Los comentarios en redes sociales de su adiós confirmaron que Joan Manuel Serrat es uno de los mayores símbolos culturales de España y Latinoamérica.
Víctor Manuel y Ana Belén, Ismael Serrano, el actor y director de cine catalán José Corbacho, el canciller José Manuel Albares, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, el presidente Sánchez, líderes sindicales, políticos de diversos partidos, periodistas e intelectuales en general no escatimaron elogios para Serrat.
Grammy Latino como “Persona del año 2014”, comenzó su recital con esa elegante ironía que le caracteriza: “Proclamo mi despido por voluntad propia”.
Una gala histórica a la cual acudió personalmente el jefe del Ejecutivo de España, quien le transmitió su sentir, quizá el mismo de todo el pueblo español.
«Tus canciones nacen de las pequeñas y grandes vivencias. Has puesto música y letra a nuestra historia. Tu pelea por la memoria común te ha convertido en referente para muchas generaciones. Ha sido un lujo poder acompañarte hoy. Moltes gràcies, Joan Manuel», comentó Sánchez.
Texto: Fausto Triana
Fuente y foto Prensa Latina / video Youtube