Los misterios que aún subsisten sobre los alcances de la Internet y que, seguramente, demorarán un tanto más para su pleno esclarecimiento, en cuanto a su repercusión en la vida de las personas y los pueblos, son tratados magistralmente, en una obra literaria que viene causando grato interés en los foros académicos del país. La autora es María del Pilar Tello, distinguida personalidad en el campo del derecho y en la ciencia política y cuya trayectoria profesional es reconocida por propios y extraños.
Su más reciente libro se titula «La Dictadura Tecnológica. El Big Data, Base de un Nuevo Poder» y en el mismo, luego de paciente investigación, la académica peruana refiere en sus páginas «el paso de la ilusión por las posibilidades democratizadoras de la Internet al rechazo de la manipulación y la vigilancia». Reseña con conocimiento de causa que «en momentos aurorales creímos que la Internet perfeccionaría la participación de las sociedades y los derechos humanos, que habría mayor transparencia de la información» y luego agrega que lo que sucedió fue que millones de usuarios entusiastas prohijaron el crecimiento de las empresas tecnológicas. Y surgió progresivamente la brecha entre quienes tenían los recursos y las habilidades para beneficiarse con la red y aquellos que no los tenían y pasaban a formar parte de la masa de excluidos por desconexión o desconocimiento.
Gran verdad y que debería ser tomada en cuenta, con la seriedad y responsabilidad que corresponde a quienes aspiran a lograr, algún día, una función trascendente en la gobernabilidad de un país como el nuestro, que entre sus muchas precariedades tiene ahora como causa de subdesarrollo el creciente aumento de analfabetismo funcional. Esto lo pone al descubierto y sin medias tintas la doctora María del Pilar Tello, precisando que mientras los Estados nacionales desplegaban esfuerzos por ampliar la conectividad y reducir las brechas de acceso para la inclusión digital, nuevos modelos de negocio se desprendieron de la interactividad y de la publicidad digital.
En esta obra, que nos hace recordar a las personalidades que décadas atrás hicieron investigaciones propias de la época y manifestaron su preocupación por el futuro del Perú, sin que se les escuchara adecuadamente desde las altas cúpulas del poder político, en otro tiempo, actual como el de ahora, María del Pilar Tello señala: «Llegados al siglo XXI nos encontramos con el protagonismo universal de los datos y de los algoritmos unidos en un binomio de poder. Con un inamovible modelo, consolidado y extendido, centrado en la publicidad y en capturar la atención de los usuarios». El mensaje y al referir que hemos pasado a un mundo nuevo en el que la rentabilidad, la influencia y el poder de un grupo de empresas estadounidenses y chinas son las claves de nuestras vidas, porque ellas controlan las infraestructuras que sostienen nuestras actividades y el desarrollo de todo lo que hacemos cotidianamente, la investigadora científica cita: » Esta es nuestra realidad. Hemos dejado atrás la ciencia ficción y vivimos un momento en que los mecanismos algoritmicos, con base en los datos, permiten predecir, sugerir y conducir el comportamiento humano con la autoridad que les da la ciencia de los datos. Un momento en que las decisiones van dejando de pertenecernos y aceptamos que lo «mejor y más apropiado» puede no venir de nuestro libre albedrío y sí desde una supuesta neutralidad sin sesgos.
Esta obra editada con los auspicios de la Universidad Ricardo Palma, con el evidente aliento de su Rector Iván Rodríguez Chávez y cuyo prólogo ha sido escrito por José María Lassalle, director del Foro de Humanismo Tecnológico, con sede en Barcelona, España, también tiene un mensaje de alerta constructiva, porque nos dice que asistimos a una gran revolución tecnológica que influye en la política, en los medios de comunicación y en la sociedad. Que con el perfilamiento y la personalización algorítmica puede alterar resultados electorales y toda interacción social e incluso la democracia misma y afectar nuestras libertades y derechos fundamentales.