MADRID (España).- Un equipo internacional de investigación ha descubierto una cámara hasta ahora desconocida en la gran pirámide del faraón Keops de Guiza, cerca de El Cairo.
Ya en el 2016 las mediciones habían dado motivos para suponer la existencia de un espacio hueco oculto en las proximidades de los bloques de chevrón sobre la entrada.
Ahora, científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) han utilizado ultrasonidos y endoscopia para hacer una importante contribución a la confirmación de esta suposición. El estatus de la pirámide egipcia como una de las estructuras mejor investigadas del mundo hace que este hallazgo sea especialmente importante.
La pirámide de Keops está considerada la mayor y más antigua de las pirámides de Guiza. Como parte de una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, ha sido explorada a fondo; sin embargo, la estructura aún guarda muchos secretos por descubrir. Los investigadores de la TUM han resuelto uno más de los misterios de la pirámide.
Como parte del equipo internacional de investigación «ScanPyramids», los científicos muniqueses han demostrado la existencia de una cámara vacía que hasta ahora sólo se había planteado basándose en datos de medición. El espacio hueco se encuentra sobre la entrada original de la pirámide, que no es accesible al público.
En el 2016 varias mediciones realizadas por investigadores japoneses y franceses aportaron pruebas de la existencia de la cámara. El grupo de investigación de la TUM ha estado a bordo desde el 2019, ayudando a explorar la pirámide en busca de estructuras ocultas. Utilizan varios métodos de pruebas no destructivas que permiten mirar dentro de los bloques de piedra y las áreas detrás de ellos.
«Las pirámides son Patrimonio de la Humanidad. Esto significa que tenemos que ser especialmente cuidadosos al realizar nuestras investigaciones para no dañar nada. Estamos trabajando en la pirámide de Keops con dispositivos de medición por radar y ultrasonidos que pueden utilizarse de forma no destructiva y, en parte, incluso sin contacto», afirma en un comunicado el profesor Christian Grosse, catedrático de Ensayos No Destructivos de la TUM.
Los dispositivos de medición iniciales proporcionaron una buena primera impresión de la situación. A continuación, los científicos utilizaron la endoscopia para confirmar la hipótesis. El equipo encontró una abertura entre las piedras del chevron, una construcción de piedra maciza, a través de la cual pudieron introducir un tubo en la cámara. A continuación, utilizaron este tubo como guía para la lente de una cámara endoscópica. La cámara confirmó la existencia del espacio hueco.
«Descubrir un espacio hueco en una pirámide ya es algo especial. Pero el hecho de que esta cámara sea lo suficientemente grande como para albergar a varias personas, bueno, eso hace que el descubrimiento sea aún más importante», dice el Prof. Grosse.
La cámara es mayor de lo que los investigadores habían supuesto en el pasado. Los datos medidos originalmente apuntaban a la existencia de un corredor de al menos cinco metros de largo; sin embargo, según las estimaciones iniciales, la longitud de la cámara supera con creces esta longitud. En el interior de la cámara no se observan huellas ni otros indicios de actividad humana. Por ello, el grupo de investigación supone que nadie ha visto esta sala en los últimos 4.500 años aproximadamente.
La determinación de la finalidad anterior de la cámara recién descubierta y de lo que se esconde tras la pared del fondo requerirá más investigación. Los hallazgos confirmados ponen de relieve la necesidad de seguir investigando las pirámides egipcias y, en particular, el valor del nuevo enfoque que utiliza una combinación de diversas tecnologías y procedimientos de prueba.
Fuente y foto Europa Press