El gobernador regional de Lambayeque, Jorge Pérez, constató en el santuario histórico Bosque de Pómac, el riesgo al que está expuesto el monumento arqueológico ante el aumento del río La Leche debido a las fuertes lluvias en la zona en los últimos días.
Comprobó que el nivel del río crece 1.5 metros de altura por la noche y pone en peligro el monumento que provee de ornamentos y del legendario Señor de Sicán, Patrimonio Cultural de la Nación que representa a nuestros ancestros; y afecta igualmente al Bosque de Pómac.
La autoridad lamentó que no se haya establecido alguna forma de protección. Sin embargo, afirmó que ahora asume la responsabilidad para lo cual contará con personal y maquinaria que encauzarán y fortalecerán la capacidad de soporte ante nuevas lluvias de mediana y extrema intensidad hasta mediados de la primera semana de abril.
Expediente técnico
Alertó que urge una especial consideración debido a que miles de familias viven de este patrimonio cultural y aseguró que, a estas alturas, desde la intervención de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, en el año 2017, se debería contar con expediente técnico.
“Han pasado seis años y no podemos llegar a estos niveles de destrucción, sin tener por lo menos una estructura de intervención por lo que se trabajará con el equipo de avanzada para que cuando culmine este problema se cuente con un expediente técnico para la defensa ribereña y el plan de mitigación”, precisó.
Proyecto La Calzada
En otro momento, el gobernador de Lambayeque puntualizó que todos hablan del proyecto La Calzada, no obstante, se desconoce si se realizará.
“Su ejecución significa contar con presas de estructuras hidráulicas que disminuyen la agresividad del agua con mecanismos de soportes escalonados hasta que llegue a la parte baja como un riachuelo, a su vez, permitirá almacenar agua para regar miles de tierras de cultivos”, mencionó.
De este modo, adelantó, se impedirá perder esta gran cantidad de agua su empobrecimiento y destrucción; mientras si se contara con una represa se aprovecharía tanto la parte agrícola como de tratamiento de agua potable que solucionaría la contaminación de agua con arsénico.
Foto Andina