El Papa Francisco no descarta revisar el celibato sacerdotal

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ROMA (Italia).- El Papa Francisco ha explicado que el celibato en la iglesia occidental es una «prescripción temporal» y ha recordado que los sacerdotes de la Iglesia oriental están casados y tienen hijos, al tiempo que ha asegurado que no hay «no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar». Además, apunta que el celibato puede «llevar a un machismo».

«El celibato en la Iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido; no es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para siempre, te guste o no te guste. Que dejes o no dejes es otro tema, pero es para siempre. En cambio, el celibato es una disciplina», subraya.

Así lo pone de manifiesto en una entrevista al medio argentino Infoabe que recoge Europa Press en la que preguntado por la posibilidad de revisarse el celibato responde: «Sí. Sí. De hecho todos los de la Iglesia oriental están casados. O los que quieren. Ahí hacen una opción antes de las ordenación por casarse o por ser célibes». «Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo», añade. No obstante, Francisco se muestra escéptico ante la posibilidad de que anulando la obligación del celibato crezcan las vocaciones de sacerdotes.

También apunta que «a veces el celibato te puede llevar a un machismo» y ha criticado que haya algunos curas que no saben «trabajar con las mujeres» porque les «falta algo» tras constatar que el Vaticano en el pasado «era muy machista».

Actualmente, en el Vaticano trabajan 1,165 mujeres, frente a las 846 en el inicio de su Pontificado en el 2013, por lo que el porcentaje ha aumentado del 19.2% al 23.4% actual.

¿Comunión a los homosexuales?

Preguntado por si daría la comunión a una persona homosexual ha respondido: «La gran respuesta la dio Jesús: todos. Todos. Adentro todos. Cuando los exquisitos no quisieron ir al banquete: vayan ahí al cruce de caminos y llamen a todos. Buenos, malos, viejos, jóvenes, chicos: todos. Todos. La iglesia es para todos. Y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor con la fuerza que tenga. Esta es una iglesia de pecadores. La iglesia de santos no sé dónde está, acá somos todos pecadores. ¿Y quién soy yo para juzgar a una persona si tiene buena voluntad?».

El pontífice también se ha referido a los divorciados y ha asegurado que ante la posibilidad de comulgar no se puede reducir una «situación humana a una preceptiva». «Aconsejo a los matrimonios separados que vayan a su obispo, que vayan y le presenten su situación», ha instado tras recordar cómo Benedicto XVI dijo en varias ocasiones que gran parte de los matrimonio en la actualidad son «inválidos» por falta de fe.

De esta manera, critica que el matrimonio sea interpretado más bien como «una recepción social y no como un sacramento». «Cuando los jóvenes estos dicen «para siempre», anda a saber qué entienden por «para siempre». Mientras dure el rollo, no sé», añade para defender un catecumenado para el matrimonio.

«Intereses imperiales» en la guerra de Ucrania

Preguntado sobre lo que le diría ahora a Vladimir Putin si se encontrara con él, el Papa ha respondido: «Le hablaría con la misma claridad con la que hablo en público –ha dicho–. Putin sabe que estoy disponible. Pero allí hay intereses imperiales, no sólo del imperio ruso, sino de imperios de otros lugares».

Fuente Europa Press / foto Twitter

 

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