WASHINGTON (EEUU).- El 14 de abril de 1981, las ruedas traseras del transbordador espacial Columbia tocaron tierra en el lago seco Rogers en la Base Edwards de la Fuerza Aérea de EEUU, al sur de California.
Se completaba así, hace ahora 42 años, la primera misión espacial del ‘shuttle’ consistente en un vuelo orbital de más de 48 horas. El aterrizaje demostró la eficacia del nuevo sistema de lanzamiento espacial tripulado estadounidense, cuya principal virtud era precisamente, el aterrizaje como un avión y la posibilidad de ser reutilizado.
Los astronautas John W. Young, comandante de la misión STS-1, y Robert L. Crippen, piloto, estaban a bordo del vehículo. La misión marcó el primer vuelo de la NASA que aterrizó con ruedas y el comienzo de una nueva era de vuelos espaciales con las mismas naves.
Un área de la base aérea se reservó para la exhibición pública del aterrizaje, y se reunieron más de 200,000 personas. Los medios de comunicación de todo el mundo cubrieron el evento.
Según la NASA, James Young, Historiador Jefe del Centro de Ensayos en Vuelo de la Fuerza Aérea en la Base Aérea Edwards, recordaba bien el aterrizaje. «Sólo había que estar allí para escuchar, incluso sentir, la doble onda de la explosión sónica», dijo Young. «Fue una tremenda sensación de excitación ver algo nunca antes visto, para presenciar un evento histórico.»
Fuente y foto Europa Press
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