Daniel Radcliffe, intérprete de Harry Potter en la saga cinematográfica basada en los libros de JK Rowling, aprovechó que la multinacional Warner Bros anunció la primera adaptación televisiva de las novelas para reafirmar su apoyo al colectivo trans y “reivindicar las necesidades de los niños que nacieron en el cuerpo equivocado”.
La escritora considera que los derechos exigidos por el movimiento trans chocan con las libertades y conquistas protagonizadas por las mujeres a lo largo de la historia, además de arriesgar sus espacios de seguridad como vestuarios y baños públicos. Rowling es criticada desde que expresó este punto de vista contra un polémico ensayo en 2020, por el que luego fue acusada de transfobia por los tres protagonistas de la famosa saga: Emma Watson (Hermione Granger), Rupert Grint (Ron Weasley) y el actor anteriormente mencionado.
«Las mujeres transgénero son mujeres. Cualquier afirmación en sentido contrario suprime la identidad y la dignidad de las personas transgénero, y se opone al criterio de las instituciones sanitarias, que en este ámbito tienen mucha más experiencia que Jo y que yo mismo», manifestó Radcliffe en oposición al pensamiento de Rowling.
El artista participó esta semana en una mesa redonda organizada por la asociación benéfica “The Trevor Project”, en la que se conversó sobre las inquietudes y retos que enfrentan los niños y la “exigencia moral de que los adultos apoyen su autodeterminación de género”.
En su participación, que ha sido publicada en Youtube, reprobó a los opositores de la comunidad trans de negarse a sumarse a un debate constructivo y empatizar con los más jóvenes.
«Hay gente en este mundo que ni siquiera ha tratado de unirse a la conversación, que no tiene ni un ápice de buena fe. Estoy convencido de que en la mayoría de las ocasiones es porque no conocen a jóvenes trans. De esa forma, pueden vivir tranquilamente con esa idea teórica que tienen en la cabeza», resaltó en una evidente referencia contra la autora.
Radcliffe señaló al sector mencionado de abordar la discriminación y negación de la realidad del colectivo desde la “condescendencia”.
«Hay un punto de condescendencia, a veces bien intencionado, sobre el concepto de la fluidez de género. Me encantaría escucharlos a ustedes, confiando en que los niños y niñas pueden decirnos quiénes son», agregó.
Foto The Trevor Project