LA HABANA (Cuba).- Aludir al amor a partir de una de las novelas más famosas del reconocido escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014) resulta tan reconfortante como celebrar el sentimiento en sí, más hoy en tiempos de cólera.
Coléricos, irreconciliables, desesperanzados y hasta hostiles parecen ser adjetivos de moda en esta era de tecnologías cada vez más novedosas, redes sociales y fake news, sin pensar en que es mejor experimentar los sentimientos puros e inmortalizarlos, como el clásico «Romeo y Julieta».
No hablaremos de esta obra, ni tampoco de la fértil producción del Gabo, como era conocido García Márquez, pero sí de esa emoción que va mucho más allá de cualquier época con el propósito de encomiar el Día Mundial del Amor este 1 de mayo.
Sin obviar la pasión, ni caer en cursilerías, el amor es, tanto como la música, un lenguaje universal, por eso tiene su efemérides muy particular para alabarlo.
Esta jornada mundial se festeja como fecha simbólica e incondicional para invitar a las personas y a las naciones a unirse en la sabiduría de la paz y con ello, generar una visión común que ayude de manera positiva a la humanidad.
Al iniciar el mes de mayo del 2004 se anunció el primer Día Global del Amor, cuyo tema central fue «El amor comienza conmigo», en aquella ocasión con el objetivo de animar a los individuos de todo el planeta a expresarlo con una mirada diferente del mundo.
Hoy, a punto de cumplir 20 años de la primera celebración, aclamarlo es reconocer de manera consciente que siempre está ahí, pese a las circunstancias perturbadoras de la cotidianidad, como el dolor, la cólera, el miedo o el sufrimiento.
Una organización internacional dedicada a ese sentimiento es Love Foundation, sin fines de lucro, y basada sobre todo, en la incondicional aspiración de amar a los demás y a uno mismo.
Dicha sociedad está integrada por activistas y artistas promotores de emociones nobles, quienes conectan a las personas y recaudan dinero para proyectos de desarrollo a través de eventos culturales.
Fundada por Harold W. Becker en el año 2000, la entidad impulsa un matiz positivo acerca del actual escenario global, a través de un mensaje de amor conjunto.
De cara a las escaramuzas, resistentes a los tiempos de tribulaciones, este sentimiento prevalece por su efecto de forjar bienestar y solidaridad, pasión y enriquecimiento espiritual.
El Día Mundial del Amor debe ensalzarse mediante demostraciones de apego, y para eso, pueden organizarse reuniones, en familia o en la comunidad, conectarnos desde la empatía con amigos, allegados, vecinos y desconocidos.
Otra manera de engrandecerlo es visitar un orfanato o un centro de retiro para ancianos y disfrutar con ellos en la donación de artículos o, ser voluntario en alguna organización humanitaria.
Siempre habrá alguna forma de demostrar amor. Disfrutar de una buena película, compartir una cena con alguien especial, salir a correr o a pasear, solos o en pareja, incluso, con nuestras mascotas.
Porque, tanto en el amor, como en la propia existencia humana «Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más».
Se trata de una encumbrada frase, la cual no puede ser de otro que de un genio como Charles Chaplin.
Defender el amor debe ser un aforismo por encima de todo y la monja católica de origen albanés, naturalizada india, Madre Teresa de Calcuta dejó acuñada otra expresión a tono con esta festividad: Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal.
Fuente y foto Prensa Latina