MADRID (España).- Lucía, la primera persona trans en solicitar en Madrid el cambio de sexo en el Registro Civil con la nueva ley, ha ratificado este jueves 18 de mayo su petición y “en unas semanas” tendrá su nueva partida de nacimiento, según ha explicado a Europa Press poco después de formalizar el trámite.
El pasado 2 de marzo, día en el que entró en vigor la Ley Trans impulsada por el Ministerio de Igualdad, Lucía acudió al Registro Civil de la capital para solicitar su cambio de sexo que, según recoge la norma, debía ratificar en un plazo máximo de tres meses.
En su caso, la cita que le adjudicaron en la primera visita era para dos meses y medio más tarde. El jueves, según ha explicado, le han leído el documento que presentó el pasado marzo con su declaración solicitando el cambio y le han preguntado si ratifica esta decisión. “He dicho sí y he firmado el documento”, ha explicado.
Según le han señalado, deberá esperar “unas semanas” a que le llegue por correo su nueva partida de nacimiento con su género ya cambiado. “Con este documento ya podré solicitar un nuevo DNI”, ha indicado.
En el Registro Civil también le han advertido de la huelga de funcionarios de Justicia que comienza el próximo 22 de mayo y que podría retrasar la llegada de su nueva partida de nacimiento. Aun así, según ha indicado Lucía, le han advertido de que la demora no deberá pasar los dos meses.
Solicitó cambio el día que entró en vigor la ley
Esta veinteañera ya tenía en realidad los requisitos para modificar su sexo en el Registro Civil con la ley del 2007 pero, según ha explicó en marzo en declaraciones a Europa Press, le “pilló el toro” y decidió esperar a que entrara en vigor la nueva Ley Trans para que el trámite fuera más sencillo.
Lo hizo el pasado 2 de marzo, el mismo día que entraba en vigor la Ley. Entonces contó que cuando llegó a estudiar a Madrid hacía dos años, aún no había iniciado su proceso se transición y comenzó el curso en un colegio mayor militar en una planta masculina. Allí no entendieron su situación y la acabaron echando. Se fue entonces a un piso con amigos y, desde ese momento, según explicó, le fue muy bien.
“Mi historia es un poco aburrida”, aseguraba, antes de señalar que tiene “amigos y amores” y que sus padres, aunque vivieron con miedo su “salida del armario”, estaban muy felices con su situación. Quien peor lo llevó, según relató, fue su padre porque no tenía contacto con personas trans desde los 80 y pensaba que su vida “iba a ser más dura de lo que es”.
De hecho, Lucía explicó que juega en un equipo de rugby femenino universitario en el que no tuvo problemas para entrar. “Es ahí donde me olvido que soy trans”, aseguraba.
No le pasaba lo mismo cuando acudía a la Sanidad. Allí, según apuntó, la trataban con “asco” y “como si fuera tonta”. “Hay una pantalla enorme que pone Lucía, dos puntos, transexual, y después me dicen, pase señor”, lamentaba.
Fuente Europa Press / foto Twitter